Si crees que llevas una dieta saludable y no consigues adelgazar, quizá necesites prestar atención a pequeños hábitos de tu día a día. Algunos detalles como cambiar la forma de cocinar o reducir el consumo de refrescos, pueden ayudarte a eliminar 500 calorías casi sin esfuerzo. Sigue leyendo y descubre otros trucos para lograrlo. Puedes empezar echando un vistazo a nuestra lista de alimentos con menos de 50 calorías.
¿Café solo o con leche?
Café en el desayuno, a media mañana, después de comer e, incluso, a media tarde. Esta bebida es una de las más consumidas para combatir el cansancio, pero ¿cómo le sienta tanto café a nuestra dieta? Aparte de que no es recomendable abusar de la cafeína, según cómo lo consumas puede contener muchas calorías. Si optas por un café solo puedes estar tranquila porque es prácticamente acalórico, el problema surge cuando añadimos la leche, el azúcar, la nata o los siropes. Así, en un café normal con leche y azúcar hay 74 calorías; pero si optas por un latte macchiato ya son más del doble y si le añades nata o sirope súmale 50 calorías más.
¡Cuidado con los frappés! Pueden ser auténticas bombas calóricas, por ejemplo un frappé de café contiene 570 y uno de chocolate unas 700 calorías. ¿No crees que merece más la pena tomarse un café solo con hielo o un cappuccino? El aporte calórico es mucho menor.
Cuidado con los pequeños excesos en cada plato
En nuestro día a día no somos conscientes de la cantidad de calorías innecesarias que sumamos a nuestros platos. Te puedes permitir un capricho, pero si en cada una de tus comidas no controlas un poco, puedes convertir un plato sano en uno hipercalórico. Por ejemplo, a menudo pedimos una ensalada porque creemos que es lo que menos engorda, pero cuando empiezas a añadirle ingredientes como bacon, queso o mayonesa, puede ser peor que comerse una hamburguesa o un plato de pasta.
Para reducir calorías en nuestra dieta debemos tener en cuenta la forma de cocinar y las cantidades de aceite que utilizamos. No es lo mismo al horno o a la plancha, formas mucho más sanas, que las frituras o los empanados. Tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva al día deberían ser suficientes, y por supuesto, debes olvidar las salsas. Por otra parte, también deberías moderar el consumo de pan y elegir siempre el integral o el de cereales, que contienen menos índice glucémico. En nuestra cultura está muy presente el pan y no tienes por qué renunciar a él, tan solo limitar las cantidades a 100 gramos diarios, que es lo que recomiendan los expertos en nutrición.
Reduce el consumo de refrescos o alcohol
Como ya imaginarás el agua es el único líquido que no engorda. Pero no te preocupes, que quieras adelgazar no significa que tengas que quedarte recluida en casa, solamente tendrás que vigilar un poco más lo que tomas y no excederte. El problema de los refrescos suele ser su alto nivel de azúcar, por eso si vas a tomarlos es preferible que optes por las opciones light o zero. En cuanto al alcohol, sus calorías son muy altas, así que si vas a tomarte un cóctel, que sea de forma moderada y cambiando algunos ingredientes para que sea menos calórico. ¿Cómo? Por ejemplo, pide tu gin tonic con tónica light o prepara tu mojito con un edulcorante bajo en calorías.
¡Menos snacks y más frutas!
El picoteo entre horas es tu enemigo número uno. Los dulces y snacks salados son productos llenos de calorías vacías que lo único que consiguen es saciarte en momentos de aburrimiento, estrés o ansiedad, pero solo a corto plazo. Pasados los primeros minutos, el chocolate, los azúcares y las grasas saturadas harán que tengas más hambre y comas con impulsividad. Mejor evita las patatas fritas, las palomitas, los frutos secos salados, la bollería o los dulces procesados y opta por opciones más saludables. Si a media mañana o a la hora de la merienda no puedes aguantar y estás a punto de engullir a alguien, mejor opta por un yogur o una pieza de fruta, te saciará más y evitarás sumar más calorías. Y no tiene por qué ser aburrido, aquí te dejamos una receta de helados de frutas para que te des un capricho saludable.
Muévete más con pequeños cambios diarios
Si no sueles hacer mucho ejercicio físico, hay algunos hábitos que puedes cambiar para estar más activa. En tu día a día puedes dar pequeños pasos en esta dirección casi sin darte cuenta. Por ejemplo, sube las escaleras en vez de coger el ascensor, elige un paseo de vuelta a casa en vez del metro o el coche y el fin de semana busca alguna actividad cultural o deportiva que te mantenga activa y deja la película en el sofá para después de cenar.
No te pases con los alimentos light
Una de las trampas más habituales al intentar adelgazar es creer que se puede consumir sin límite los productos light o sin azúcar. Pero ¿conoces realmente qué contenido calórico tienen? Descubre aquí si sin azúcar supone también sin calorías. Además, debes recordar que la mayoría de ellos son productos procesados que no son muy recomendables. Apuesta por productos frescos y toma nota de los consejos que te dejamos a continuación. ¡Conseguirás tu objetivo!
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