La alimentación es fundamental para prevenir cualquier enfermedad y no lo es menos a la hora de evitar catarros, resfriados y gripes. Una nutrición equilibrada de nuestro cuerpo hará que las defensas estén altas y preparadas para afrontar cualquier ataque de virus y bacterias. Aquí tienes unos cuantos consejos de alimentación, pero si quieres saber qué necesitas para superar el invierno, ¡sigue leyendo!
Cada estación tiene sus propios alimentos y esto no es casualidad. La naturaleza siempre nos da lo que necesitamos, por ello, en cada época del año, pone a nuestro alcance los nutrientes que el cuerpo necesita para estar sano. Así como las frutas propias del verano tienen un mayor contenido en agua para combatir el calor y la deshidratación, en otoño y en invierno las frutas protagonistas son los cítricos, ya que contienen la dosis de vitamina C que nuestro organismo necesita para evitar y combatir los resfriados e infecciones propias de esta época.
La despensa es el mejor botiquín
Los expertos recomiendan que en invierno, se refuerce nuestra alimentación con productos ricos en vitamina C, antioxidantes, betacarotenos y una serie de alimentos que son antibacterianos naturales.
Los antioxidantes que son buenos en cualquier época, tienen un papel fundamental en la dieta invernal por su acción protectora contra los radicales libres que oxidan nuestras mucosas, por lo que no debería faltar en nuestra despensa, pimientos, papaya, uvas, zanahorias, cereales, calabaza y cacao, por ejemplo.
En realidad todas las frutas y verduras tienen un fuerte papel protector, pero en invierno debemos reforzar nuestro consumo de las ricas en vitamina C, como el kiwi, las naranjas, los limones, pomelos, mandarinas, fresas y arándanos, entre otras. Por esto la mejor manera de empezar nuestro día en invierno, es tomando un zumo de fruta rica en vitamina c recién exprimido.
Además, debemos consumir otros productos que por sus propiedades nos ayuden a activar nuestro sistema inmunológico. Entre todos se destacan el ajo y la cebolla por su contenido de alicina, que tiene un efecto antibacteriano y antiviral que nos ayudará a evitar los ataques de virus y microbios.
El ajo es el antibiótico natural más potente que existe, pero sin los efectos secundarios de los fármacos químicos. Para aquellas que no soportan su sabor, existen perlas elaboradas a base de ajo con las mismas propiedades que se pueden conseguir en herbolarios y parafarmacias.
La vitamina B también es una gran ayuda para prevenir el resfriado, ya que este tipo de nutrientes también refuerza nuestro sistema inmunológico. Esta vitamina la encontramos en las verduras de hoja verde de la familia de las coles, como la coliflor, repollo y brócoli… y en los cereales y legumbres integrales.
Si el resfriado ya ha derrotado a nuestras defensas y se ha alojado en nuestro cuerpo, la alimentación sigue siendo muy importante. Pero es fundamental además de incluir todo lo anterior diariamente en nuestra alimentación debemos intentar cuidar nuestro organismo con caldos vegetales depurativos, y aumentar la ingesta de líquido suficiente para evitar la deshidratación y la sequedad de las mucosas.
Por todo esto decimos que nuestra despensa es el botiquín más eficaz y económico del que disponemos, no lo olvidemos, comamos variado, rico y equilibrado, ¡nuestra salud nos lo agradecerá!
Artículo elaborado en colaboración con mundonatural.net
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