Todas hemos tenido novios en la guardería, ¿pero cuántas de esas "relaciones" de la más tierna infancia termina por convertirse con los años en una historia de amor verdadera? Matt y Laura, dos jóvenes estadounidenses, son un caso excepcional. Ambos se conocieron en preescolar y se convirtieron en mejores amigos. Un día Matt le dijo a Laura: "algún día me casaré contigo". Y dicho y hecho. Así lo contó él en el perfil de Instagram The Way We Met, que recoge historias curiosas de parejas reales:
Laura y yo nos conocimos en preescolar. Uno de los primeros momentos que recuerdo es estar de pie ante toda la clase, con tres años, y declarar mi amor por ella diciéndole que algún día nos casaríamos. Cuando éramos niños, Laura me enseñó a montar en los columpios, a dibujar colinas y a comer palitos de queso. Tenemos buenos recuerdos de cuando jugábamos al escondite, de cómo nos perseguíamos el uno al otro en el patio del colegio y de cuando nos quedábamos despiertos en secreto cuando era la hora de la siesta. Estaba enamorado de Laura cuando era un niños y lo sigo estando a día de hoy. Durante un tiempo perdimos el contacto cuando ambos entramos a primaria, y durante los siete años siguientes. El único contacto que teníamos era a través de las tarjetas de Navidad que nuestras familias se enviaban anualmente. No fue hasta el Instituto cuando volvimos a reencontrarnos gracias a un amigo que teníamos en común. Después de dos semanas, decidimos convertirnos en pareja. Continuamos quedando durante todos los años de instituto, a pesar de que cada uno iba a uno distinto. Aguantamos incluso la distancia cuando fuimos a diferentes universidades, cada uno en un Estado distinto. Con todo, seguimos resistiendo como pareja hasta el 23 de mayo de 2015, cuando decidí cumplir con mi promesa de la infancia de convertir a Laura en mi esposa. Le propuse matrimonio en el lugar donde todo comenzó: en nuestra clase de preescolar.
Dada la repentina fama de su curiosa historia de amor, la pareja ha dado algunos detalles entrañables de su relación. Laura dice que recuerda a Matt como el niño gracioso que siempre intentaba hacerla reír. Cuenta también que siempre intentaba hacerse el fuerte para conquistarla. "Recuerdo cómo traté de impresionarla durante una una celebración del 5 de mayo, cuando me propuse romper una piñata. Afortunadamente lo logré", explica Matt a The Huffington Post. "Cuando iba a pedirle matrimonio, mientras la llevaba a nuestro colegio de preescolar, Laura me preguntaba que por qué estaba tan nervioso. Continuamente me iba palpando el bolsillo para comprobar que el anillo seguía dentro. Una vez llegamos allí, me arrodillé en el patio frente a ella (...) Laura estaba en shock. Le di las razones por las que me quería casar con ella, se lo pregunté... ¡y ella me dijo que sí!"
Sin duda Matt es el claro ejemplo de el que la sigue, la consigue.
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