Compartir la vida en pareja puede ser tan bonito como un auténtico reto. Al principio, todo es (o parece ser) idílico: las maratones de series, el sofá compartido y esa sensación de estar viviendo una historia de película. Pero con el paso de los años, la convivencia saca a relucir pequeños detalles que, lejos de ser encantadores, empiezan a crispar los nervios. Lo que antes parecía adorable ahora puede convertirse en una fuente constante de roces: hábitos, manías, rutinas…
Esta situación es más común de lo que pensamos. ¿Significa eso que la relación está condenada al fracaso? No tiene por qué. Mientras algunas parejas se quedan ancladas en el conflicto, otras han optado por una solución poco común pero efectiva: vivir juntos... por separado. Así es como nace el fenómeno de las parejas LAT.
Qué son las parejas LAT
LAT responde a las siglas de Living Apart Together, una expresión en inglés que traduciríamos como “juntos, pero viviendo separados”. Se trata de parejas comprometidas, con planes de futuro y una relación seria, que han decidido que la convivencia bajo el mismo techo no es para ellas. Creen que mantener residencias distintas les ayuda a esquivar el desgaste que suele venir con el día a día compartido, disminuye los conflictos y refuerza la relación emocional.
Si bien es cierto que puede parecer una opción poco habitual —porque no encaja del todo con el modelo tradicional de pareja que todos tenemos en mente—, no por ello es menos válida. De hecho, si lo piensas bien, tiene mucho sentido: cada uno conserva su espacio, su independencia y su rutina, y el tiempo juntos se convierte en algo más especial. Al no estar pegados las 24 horas, se valora más la presencia del otro, se reducen las fricciones por pequeñas manías, y los momentos compartidos ganan calidad y significado.
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Una tendencia global
Quizás porque los problemas de convivencia no son exclusivos de una cultura, sino que se dan en todas, el fenómeno de las parejas LAT no se limita a un ámbito geográfico concreto, sino que puede observarse en muchas partes del mundo. Aunque hay condicionantes, como el vivir en una sociedad más conservadora o más avanzada, o el grado de independencia del que goce la mujer, que evidentemente sí hacen que las parejas LAT sean más o menos frecuentes.
En cualquier caso es una alternativa a considerar, ya que ofrecen flexibilidad y equilibrio en la relación, eliminando en gran medida la causa raíz de la gran mayoría de los desencuentros. La convivencia diaria y el desgaste que produce. ¿Novios para siempre? ¿Por qué no?.