De toda la vida se ha dicho que los desayunos con la comida más importante del dia y, por tanto, las cenas deben ser menos copiosas, puesto que por la noche no se queman las grasas que ingerimos. Por este motivo, mas de uno cena una ensalada, un plato de verdura o un sándwich de jamón con queso para salir del paso. Puedes seguir esta tendencia si no quieres preparar una cena que vaya mas allá de un par de ingredientes pero, ¿por qué no probar con algo un poquito mas elaborado pero igual de fácil? Aunque, ojo, que el pepito de ternera a la pimienta es una receta ideal que puedes comer de vez en cuando...
Al igual que no necesitas una elaboración extra en tus cenas, tampoco vas a necesitar ingredientes que suelan faltar en cualquier cocina, ya que puedes hacer alguna de las siguientes recetas con tomates, aguacate, huevo, pescado (atún o salmón), verduras (calabacín, puerro, repollo, coliflor...), patatas y cualquier otro ingrediente básico en la cocina de todas las familias del mundo.
Crema de calabacín
La puedes comer en cualquier momento y de cualquier forma, porque tanto caliente como fría, la crema de calabacín está buenísima, además de que aporta la verdura necesaria para mantener tu dieta completa y saludable. Se tarda apenas 15 minutos en prepararla (aun que es verdad que el tiempo de cocción aumenta el tiempo que debes emplear en la crema, pero en ningún caso supera la hora de elaboración).
¿Cuáles son los ingredientes que necesitas para preparar la crema? Pues los que probablemente tengas en tu despensa: el mencionado calabacín, cebolla, patatas, caldo de verduras (o pastilla saborizante en su defecto) y nata líquida. No es tan fácil tener esta última en casa, pero si la puedes encontrar en cualquier tienda de alimentación. Así, que ¡no hay excusas!
Primero, debes cortar la cebolla en juliana, con un diente de ajo si lo tienes a mano también. Déjala pochar en una olla con un chorrito de aceite y añade el calabacín picado y las patatas. Una vez se hayan rehogado las verduras, añade el caldo de verduras y deja que se cueza durante otros 15 minutos. Despus, tritura el conjunto y añade la nata líquida para espesar la crema, así como sal y pimienta para darle sabor. Cuando ya esté lista, puedes añadir tambien taquitos de jamón o espolvorear queso rallado para darle un toque más sabroso.
Risotto de champiñones y queso parmesano
Seguro que más de uno tiene en casa los ingredientes que se necesitan para esta receta tan sencilla como aparente. Es fácil prepararla, como también es fácil tener a mano arroz, cebolla, champiñones (pueden ser de bote, pero el sabor será menos intenso) vino blanco, caldo de pollo, mantequilla, queso parmesano, sal y pimienta. ¿O no?
Pues bien, como ocurre prácticamente en todas las recetas, lo primero que tienes que hacer es pochar la cebolla en una cacerola con un trozo de mantequilla a fuego lento (este primer paso también lo puedes llevar a cabo con aceite de oliva y una pizca de sal). Después, los champiñones, salpimentamos y removemos la mezcla durante unos 5 minutos.
Luego, añade el arroz y sofríelo con el fuego más alto. Echa el vino blanco y, cuando se evapore, añade el caldo de pollo (aunque puede ser de verduras o de jamón, según lo que tengas en casa). Cocina el risotto durante 20 minutos y despues añade un poco más de mantequilla y queso rallado... et voilà! Para que el plato tenga mejor presentación e, incluso, los niños se atrevan a probarlo, puedes incluir perejil.
Tortilla... de lo que quieras
Sí, sí, has leído bien, porque tanto la tortilla francesa como la tortilla de patatas son tan sanas como fáciles de elaborar para la hora de cenar. Solo necesitas huevos, patatas, aceite de oliva, sal y cebolla. Lógicamente, necesitarás tener a mano patatas si te decantas por ese estilo de tortilla, aunque tambien puedes comerla con atún y otros rellenos de lo más ricos.
Para comenzar, debes pelar las patatas, secarlas y laminarlas. Pica cebolla en trozos muy pequeños y añade todo a la sartén una vez esté el aceite de oliva caliente. Fríe las patatas hasta que estén blanditas y, en un plato hondo aparte, bate los huevos. Después, añade la patata, bien escurrida del aceite, al plato para que el huevo se integre bien en las patatas. Una vez hecha la mezcla, se echa a la sartén a fuego lento alrededor de 2-3 minutos. Se le da la vuelta (con cuidado para que no se derrame) y déjala cuajar otros 2 o 3 minutos.
Si te apetece añadirle algún otro ingrediente, puedes hacerlo justo en el momento en el que juntas las patatas con el huevo. Es entonces cuando puedes incluir atún (lo ideal es que, además de que el atún sea de calidad, esté bien escurrido), bacalao (siempre seco y desalado), salmón ahumado o calabacín. Puedes hacer lo mismo si quieres hacer una tortilla francesa con jamón, queso (para que quede más jugosa) o espinacas. En todo caso, ¡asi de fácil da gusto cocinar!
Sándwich de pollo
Como diría el presentador de Bricomanía, ésta es una receta "facil, sencilla y para toda la familia", incluidos los peques de la casa, porque el pollo le gusta a todo el mundo y, además, es uno de los ingredientes mas ricos y saludables que podemos encontrar en el mercado. Lo puedes comer en cualquier momento, incluso para cenar, porque aporta muchos nutrientes y apenas contiene grasas.
Lo puedes preparar con pollo asado desmenuzado que te haya sobrado de la hora de la comida o bien con pechuga de pollo. Aunque la primera manera es mucho mas rapida para preparar y comer, la segunda tiene un punto mas de elaboración y la puedes preparar a tu gusto, por lo que te contamos a continuación como debes cocinar este sándwich tan especial.
En este caso, necesitarás rebanadas de pan, pechuga de pollo, tomates, lechuga, huevo, pepinillo, limón, aceite de oliva, orégano, sal y pimienta. Es precisamente la pimienta lo que le da ese sabor tan especial al pollo que con la otra preparación no obtendrías ya que, antes de empezar a cocinar la cena, debes introducir el pollo en una bolsa de plástico con los ingredientes del aliño (limón, orégano, pimienta y sal) para que éste coja sabor.
Para empezar, pon a calentar aceite en una sartén o en una plancha, que será donde añadas el pollo para freírlo. Si decides utilizar la plancha, añade solo una gota de aceite. También la puedes utilizar para tostar el pan del sándwich, pero eso puedes dejarlo para el final cuando ya tengas todo los demás preparado para que esté caliente.
Antes de eso, tienes que cortar el tomate en láminas, al igual que la lechuga y el pepinillo. Si quieres, puedes añadirle huevo cocido en rodajas y una cucharada de mayonesa sobre el pan, a la que podrás echar un punto de sal y pimienta para que quede más sabroso y la salsa del pollo que haya sobrado. El resultado de sorprenderá, ¡probablemente lo repitas en varias cenas!
Si en lugar de pollo, tienes atún, también te puedes cocinar un sándwich contundente con cuatro ingredientes más. Su preparación es similar y, si dispones de cebolla morada y pimiento rojo, te chuparás los dedos. Sin embargo, en lugar de untar la mayonesa sobre el pan, debes mezclar en un bol todos los ingredientes y, después, introducirlo entre dos rebanadas.
Ensalada de pasta o arroz con salmón ahumado
En lugar de la típica ensalada de tomates, cebolla, lechuga y zanahoria, puedes optar por esta receta igual de rica y de sencilla. Lo único que debes tener en cuenta es que tardarás un poco más porque tienes que cocer antes la pasta, pero por lo demás, no encontrarás ninguna complicación durante su preparación. Esta vez, ademas de la pasta, necesitas tener en tu poder un queso fresco pequeño, salmón ahumado, tomate, mostaza, miel, maíz, aceite de oliva y sal.
Una vez hayas cocido las pajaritas, las hélices, los macarrones o la variante de pasta que tengas disponible en la cocina (si prefieres arroz, esta receta tambien te funcionará), deja que se enfríe y trocea el salmon en tiras. Haz lo mismo con el queso fresco, pero en lugar de tiras, en tacos pequeños para que sea más facil de comer. Añade tambien al conjunto el tomate y el maíz en grano.
Por último, prepara la vinagreta en un recipiente pequeño, en el que tendrás que echar una cucharada de mostaza, otra de miel y unas gotas de aceite de oliva. Remuévelo bien para que la mezcla quede homogénea y aliña la ensalada a tu gusto. Si quieres, como punto final, puedes decorar el plato con huevo duro picado y cebollino. ¡Impresionante!
LETTER
Te puede interesar...
Focaccia de salmón ahumado, una receta deliciosa y saludable
Los libros de cocina que toda foodie querría tener
Meriendas sanas: 10 ideas para matar el hambre de forma saludable
Cocina casera: ¿cómo hacer pasta fresca en casa y sin máquina?