La boda de Paz Padilla pretendía ser silenciosa. La presentadora de Sálvame había preparado una gran celebración, pero lejos del foco mediático e intentando que pasase desapercibida ante la prensa. Al final ha terminado convirtiéndose en portada de un gran número de revistas.
Paz Padilla no quería exclusivas. Por eso ha ido subiendo una gran cantidad de imágenes y fotografías a las redes sociales. La presentadora no quería vender su vida. Ha sido ella misma la que ha compartido los vídeos del evento con los medios de comunicación.
Al final, la boda ha terminado en polémica. Y es que a muchos de ellos les ha sentado mal que la presentadora no comentase entre sus compañeros que iba a dar el 'sí, quiero' en una playa de Cádiz. Y este lunes se ha tenido que enfrentar a ellos.
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Entre imágenes e imágenes del banquete, la presentadora ha tenido que contestar a las críticas, a los comentarios que ha suscitado su enlace en el mismo fin de semana que Kiko Rivera se casaba. Eso sí, el hijo de Isabel Pantoja lo hacía con una gran exclusiva y fuertes medidas de seguridad.
En este enredo, Kiko Hernández, que ha hecho de presentador para preguntar a Padilla por el enlace, y Belén Esteban han aseguro que ellos dos sí estaban invitados a la boda. Son los únicos, junto al director del programa y a algunos actores de La que se avecina, los televisivos que han acudido a la boda.
Padilla ha dicho ante la audiencia que no dijo a nadie porque no quería ver la playa masificada. Y no quería tener que culpar a ninguno de sus compañeros de algún tipo de filtración. Muchos de ellos, sin embargo, no han entendido el comportamiento de la presentadora.
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