El próximo lunes 11 de enero arranca en Palma de Mallorca el archiconocido juicio por el caso Nóos, en el que están imputados la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín. Es uno de los eventos judiciales más importantes de la democracia y se prevé un proceso judicial largo, ya que se sentarán en el banquillo un total de 18 acusados. En Enfemenino hemos recopilado las informaciones que han ido surgiendo estos últimos cinco años, así como las claves importantes de este juicio.
Salta el caso a las portadas
En diciembre de 2011, la Casa Real anunció que retiraba a Iñaki Urdangarín de Casa Real. Un hecho que nunca antes se había visto en España. Un año y medio después de que Castro iniciase las investigaciones sobre el instituto Nóos, Casa Real entendía que era el momento de mover ficha tras las críticas públicas que estaban surgiendo en torno a la Corona.
Fue en febrero de 2012, apenas unas semanas después de ser retirado, cuando Urdangarín se paseaba por primera vez por el pasillo de la vergüenza, como se ha conocido a la ya famosa cuesta que separa la carretera de las puertas de los juzgados. Iñaki Urdangarín aparecía por primera vez desde que se conociese su imputación. "Demostraré mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional", decía el marido de la infanta ante los micrófonos de los medios de comunicación.
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La implicación de la infanta sale a la luz
Todavía quedaba lo mejor. Hasta ese momento, no existían pruebas que incriminasen a la infanta Cristina en el caso aunque ya eran muchas las voces que se alzaban contra la hija del rey. Algunos ya decían que era imposible que la infanta no conociese lo que estaba sucediendo en la empresa de su marido. Era en abril de 2012 cuando aparecen los emails en los que la infanta sale implicada. Según se desprende de ellos, doña Cristina estaba al tanto de todo lo que firmaba y de los acuerdos que cerraba su marido.
En noviembre de 2012 salió a la luz el libro Urdangarín: un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos. Fue un antes y un después para Casa Real, y no por los secretos que se desprendieron de él. Además de decir que el anillo de pedida de la entonces princesa Letizia fue pagado con dinero del instituto Nóos, esta publicación dejaba en muy mala posición a Iñaki Urdangarín. Se abría una puerta para sacar a la luz todos los trapos sucios de Casa Real, una institución que se desmoronaba y tenía en el punto de mira a una única culpable: la infanta Cristina.
La infanta, imputada
Era algo imparable. En abril de 2013, la infanta Cristina era imputada por el juez. Aunque la noticia sentaba muy mal dentro de la Corona, el mayo de ese mismo año la hija del rey era desimputada por falta de pruebas. El 7 de enero de 2014 Cristina recibía el peor regalo de Reyes: quedaba finalmente imputada por dos delitos fiscales y debía acudir a declarar el 8 de febrero.
Aquel día, la infanta prestó declaración ante el juez. Sin embargo, se evitó la imagen que Casa Real no quería que circulase por todos los medios de comunicación. La infanta no hizo el paseillo de la vergüenza como sí hizo su marido. Su declaración, sin embargo, se filtró a la prensa y sus constantes "no lo recuerdo" o "no me consta" pusieron en entredicho a la Casa Real.
Felipe VI toma el trono
Con toda una familia enmarañada en constantes problemas, el rey Juan Carlos decide dejar su cargo y abdicar, dejándole la corona a su hijo Felipe. Aquel verano de 2014, el príncipe Felipe se convierte en rey de España, por lo que la infanta Cristina deja de ser directamente parte de la familia real para ser solamente hermana del rey. Su distanciamiento con Felipe y Letizia era evidente.
Un año después, en junio de 2015, el rey Felipe VI, su hermano, le retiraba a la infanta Cristina y a su marido el título de duquesa de Palma. Casa Real se separaba por completo del proceso judicial que estaba viviendo la hermana pequeña de los Borbón para no quedar manchada tras el proceso. Desde el despacho de abogados de abogados de la infanta Cristina se aseguró que esta decisión fue tomada por la hermana del rey, pero Zarzuela no dudó a la hora de desmentir este hecho, asegurando que la carta de la infanta llegó después de que se cerrase la decisión del rey.
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