Está más que comprobado que en cuestión de pechos, ellos los prefieren grandes. Por supuesto, hay de todo en este mundo y como dice el refrán, para gustos colores. El por qué unos pechos grandes son sinónimo de mujer atractiva, no está del todo claro. Un estudio de la universidad de Chicago afirma que las mujeres con tallas grandes de sujetador tienen un cociente intelectual mayor, y al parecer, mayor capacidad reproductiva.
Y es que los datos hablan por si solos, de las 65000 operaciones de cirugía estética que se realizaron en España en 2014, 16000 fueron aumentos de pecho, un 25% del total. La Sociedad Norteamericana de Cirugía Plástica apunta en su último informe que el aumento de pecho es sin lugar a dudas, la operación estrella en la cirugía estética. Pero, ¿qué prefieren las mujeres? Las mujeres soñamos con pechos que desafíen la gravedad, de un tamaño abundante y proporcionado.
La vida de la pechugona no es sencilla, los comics de Busty Girl Problems de la artista Hasley Warren ilustra muy bien las típicas bromas que toda chica con pechos grandes suele soportar. Echa un vistazo y sigue leyendo.
Aquí tienes, numeradas, todas las verdades que cualquier chica con pechos grandes confirma:
1.Tus pechos son el centro de atención
Cuando tienes mucho pecho es complicado pasar desapercibida. Aunque no lleves escote, el pecho no se puede disimular. De hecho, cuando se tiene una talla grande de sujetador, es recomendable optar por prendas con escote en pico o abierto. Los cuellos caja jamás te sientan bien.
Además eres la comidilla de muchas conversaciones. Seguro que ya has sufrido las mil y una bromas que existen acerca de los pechos grandes.
2. No puedes prescindir del sujetador
No puedes prescindir de el. Para ti el sujetador no es un complemento de moda más, es tu mejor amigo. Necesitas un modelo que recoja bien el pecho, sujete, y a poder ser, sea cómodo. Lo sé, al parecer pides demasiado.
Por supuesto, olvídate de comprar en las firmas comerciales de las que hablan tus amigas, para ti solo existen dos o tres marcas y casualmente son súper caras. Además hace unos años los sujetadores para pechos grandes eran antieróticos. Menos mal que hemos conseguido superar esa etapa.
3. Eres el blanco perfecto de todos los babosos que haya cerca
4. Correr es un suplicio
¿Sabías que cuando corremos el pecho se mueve unos 12 cm arriba y abajo con cada zancada? Si calculamos lo que supone por cada kilómetro, la cifra rondaría los 60-90 metros de arriba abajo. Un dato que sorprende mucho.
Por supuesto, este movimiento duele y en la mayoría de las ocasiones nos invita a sujetar nuestro pecho mientras corremos. Si quieres reducir el movimiento es importante que encuentres tu sujetador ideal, y que si practicas running selecciones cuidadosamente tu sujetador deportivo.
5. Comprar un bikini es todo un reto
Comprar un bikini puede llegar a ser un auténtico infierno. Olvídate de las compras online, tu pecho necesita toda tu atención y para encontrar el bikini adecuado deberás probarte muchos. Opta por aquellos que tengan aro, cazuela rígida o escote halter. Jamás elijas bikinis bandeu, palabra de honor o diseños con rayas horizontales.
6.Estar boca abajo es imposible
Tumbarse boca abajo es toda una odisea, especialmente cuando la superficie es dura. Si se trata de algo blando como un colchón, puede que aguantes durante unos minutos. ¡Un rollo!
7. Todo llega hasta ahí
Llegas a casa soñando con quitarte el sujetador y ponerte el pijama, y al hacerlo descubres que tienes migas en el canalillo. ¿Puede haber algo más desagradable? Todo parece terminar ahí. Además siempre sueles mancharte a la altura del pecho, lo que desvía aún más las miradas a esa zona de tu cuerpo.
8. El botón de la camisa rebelde
Cuando tienes mucho pecho, el botón de la camisa que se encuentra a la altura del pecho suele tender a salir disparado o desabrocharse. No importa que la camisa sea de la talla adecuada, al final con los movimientos del día termina cayéndose el botón y por lo tanto, tú cosiéndolo un sin fin de veces.
9. Los abrazos se vuelven incómodos
El clásico abrazo tiene su método. Olvídate de salir corriendo para abrazar a esa amiga a la que no ves desde hace siglos. Tu pecho se interpondrá entre ambas antes de que logres juntar tus brazos.
10. La pregunta del millón
Por supuesto tendrás que soportar mil y una veces que te pregunten si son reales u operadas. ¿Estás preparada para la próxima vez?
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