Como la propia Lena Dunham ha comentado en más de una ocasión, la serie que protagoniza e interpreta, retrata la vida de las jóvenes en su paso de chica a mujer. Esa veintena con tantos días peliagudos, en los que todo parece iniciarse de una forma difícil e irreversible, cuando los verdaderos problemas llegan y los que no lo son tanto siguen ahí, pesando. El inicio de la vida laboral, el conocimiento de una misma, la búsqueda del amor, el disfrute de la soltería y, por supuesto, el cuidado necesario y diario de la amistad. Girls es una serie tan feminista como su propia creadora y eso la convierte en un imprescindible.
El pasado lunes llegó a nuestra vida el último capítulo de la celebrada serie que, aunque nunca ha conseguido grandes audiencias, sí que ha logrado remover a toda una generación de mujeres. Algunas de nosotras nos aferrábamos a ese último capítulo y nos aterraba el final de una serie con la que hemos crecido como mujeres y con la que tantas y tantas veces nos hemos sentido identificadas.
Son muchas (infinitas) las razones por las que recomendaríamos a amigas, compañeras, hermanas o simples conocidas que vieran cada una de las seis temporadas de la serie. Por eso, a continuación, queremos contarte por qué creemos que toda mujer, independientemente de su edad, debería ver y aprender de la historia de estas cuatro mujeres.
Por su reivindicación incansable de la belleza natural
Allá por la primavera de 2012, cuando Girls llegaba a nuestras vidas con su capítulo piloto, ya conseguía acaparar titulares. ¿Cómo puede ser que una mujer tan alejada de los estrictos cánones de belleza actuales se atreviese a salir desnuda en pantalla durante tanto tiempo? Se criticó su barriga, su pecho, sus muslos, su celulitis y hasta su barbilla partida. Pero Hannah Horvath y Lena Dunham fueron valientes y dijeron sí a la belleza natural como nunca antes se había hecho en la pequeña pantalla.
Sí, puede que nos viniese a la cabeza el referente de Bridget Jones pero en el caso de la popular comedia, el sobrepeso de la actriz era juzgado, un motivo más para mofarse de un personaje fracasado. Hannah dio un golpe sobre la mesa y se mostró sexy, a gusto dentro de su cuerpo, capaz de enamorar a cualquiera y sobre todo, de abrazar al espectador y no dejarlo escapar.
Además de mostrar su cuerpo sin ningún tipo de reparo, en las seis temporadas, Hannah no tuvo ningún miedo a la hora de mostrar su abundante vello púbico, como una forma de gritar al mundo que en su cuerpo ella era la única con capacidad para decidir. Así lo hizo también con sus innumerables tatuajes, una oda a esa personalidad caprichosa e infantil que caracteriza a su personaje.
Por huir del amor romántico
La vida no es como en los cuentos. Ni Hannah, ni Marnie, ni Jessa, ni Shoshanna eran las princesas de ninguna historia de hadas y magia. Precisamente por eso, cada una de sus historias de amor, desde la primera hasta la última temporada, han plasmado perfectamente lo que es el amor en nuestros días. En un momento en el que las aplicaciones para ligar está a la orden del día y la obsolescencia programada parece funcionar también sobre los sentimientos, Hannah nos ha hablado sin tapujos sobre la toxicidad de algunas relaciones, la monotonía de otras, la pasión y el sexo.
Desde esa Marnie de la primera temporada que huye de la perfección de su relación con Charlie hasta ese brutal antepenúltimo capítulo en el Hannah y Adam se dan cuenta de que la burbuja ha explotado y lo suyo nunca podría funcionar. Mención especial merece la extraña y pasional relación que entablan Jessa y Adam a lo largo de la quinta temporada y que hace peligrar la relación entre Hannah y Jessa. La locura que comete Marnie al casarse con Desi, cuando tan solo llevan unos meses saliendo y su posterior divorcio de forma casi inmediata. Y los mil y un intentos de Shoshanna por seguir creyendo en el amor y encontrar a su príncipe azul. Han sido muchas las historias de amor de las que hemos sido testigo a lo largo de sus tramas y de todas y cada una de ellas nos llevamos una lección realmente valiosa.
Por unos personajes femeninos reales
Cuatro mujeres, cuatro perfiles totalmente diferentes. Adiós a los estereotipos que nos vendieron series como Sexo en Nueva York. En Girls, cada una de las mujeres tiene una personalidad muy concreta que va evolucionando con el paso de las temporadas. Nada tiene que ver la inocente Shoshanna de la primera temporada con la mujer que deja todo y se va a Tokio a trabajar en la quinta temporada. Y muy poco queda de la Marnie aparentemente perfecta de los primeros capítulos cuando la vemos perder los nervios con Desi. Jessa nos muestra las mil caras de una persona: tan independiente y fuerte en algunos momentos y tan vulnerable en otros muchos. Y, por último, Hannah, ¿qué decir de Hannah? Inmadura y caprichosa desde el primero hasta el último capítulo pero con un millón de matices que nos han hecho adorarla.
Por su muestra más sincera y cruda de la amistad
Esto es simple experiencia vital. ¿Cuántas amistades hemos dejado por el camino por el simple hecho de no crecer al mismo tiempo que nuestras amigas? La madurez nos va llevando por diferentes caminos y no siempre encajan con el de las personas que han crecido con nosotras. De hecho, desde un primer momento vemos más y menos afinidades entre las cuatro Girls. Hay discusiones entre ellas, diferentes formas de ver la vida y de entender las relaciones pero, ¿qué es la amistad sino tener este tipo de momentos?
A medida que avanzan las temporadas y, a pesar de los esfuerzos de Marnie, la más entregada a conservar la amistad, por hacer planes en los que las cuatro puedan volver a disfrutar tiempo juntas, la relación se va desvaneciendo. Un punto clave es la discusión entre Jessa y Hannah a raíz del inicio de la relación de la primera con Adam. A partir de ahí la vida de las cuatro parece tomar caminos diferentes y solo Hannah y Marnie parecen seguir manteniendo intacta su relación. En la última temporada, vemos una escena en la que las cuatro vuelven a compartir espacio y, efectivamente, Shoshanna hace patente su falta de interés en seguir manteniendo esa amistad. También en la última temporada, hay un momento en el que la protagonista de la serie advierte lo importante que es cuidar la amistad en el día a día. ¿Quién no ha experimentado nunca esta sensación de que a partir de cierta edad hay mucha gente que un día fue imprescindible y que con el paso del tiempo es un elemento sobrante?
Capítulos botella para hablar de lo importante
Otro de los aspectos que nos gustaría resaltar de la serie es cómo ha utilizado algunos capítulos botella para hablar de temas polémicos o más difíciles de tratar. Se denominan capítulos botella a aquellos de la serie en el que se detienen todas las tramas y la historia se centra en una sola de ellas para poner sobre la mesa algún asunto que el guionista considera relevante. Así ocurre por ejemplo con ese último capítulo dedicado a la maternidad, el capítulo en el que Shoshanna se va Tokio y que refleja a la perfección la inestabilidad sentimental y laboral que experimenta una mujer en la veintena. Pero, sin duda, uno de los más comentados y aplaudidos ha sido uno de los capítulos de la última temporada dedicado a hablar sobre el acoso sexual. Hannah se reúne con un escritor acusado por haber acosado a otras mujeres y acaba sintiéndose ella misma acosada.
Por estos motivos y por otros muchos, te pedimos que no le pierdas la pista a Hannah, Jessa, Marnie y Shoshanna. Recuerda que no estamos hablando de una serie de chicas, esta producción feminista es también súper recomendable para que la vean los hombres. Seis temporadas para recorrer la vida en la veintena, crecer con sus problemas y sentirte plenamente identificados con todo cuanto sucede en su vida.
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