Durante el siglo XIX la bicicleta fue entendida como un símbolo de la revolución de las mujeres en contra de la sociedad machista imperante. De hecho, en un primer momento fue éste el medio de transporte elegido por las sufragistas británicas que reclamaban el voto enfemenino a lomos de sus relucientes bicicletas.
A día de hoy, aún puede seguir desempeñando el mismo rol en países como Irak en los que los derechos de las mujeres se ven atacados cada día. Así nos lo demuestra la joven artista y activista Marina Jaber que con solo 25 años puede presumir de haber convertido la bicicleta en una poderosa arma para luchar contra las desigualdades de género.
© Marina Radaiovik vía Instagram
La historia de Marina comienza con la idea de preparar una exposición artística consistente en fotografías y vídeos de ella misma paseando en bicicleta por algunas de las principales calles de Bagdad. El origen de esta iniciativa está en su historia que la propia Marina relata a eldiario.es. Desde su más tierna infancia, la joven recuerda cómo su padre y hermanos le prohibían utilizar una de las bicicletas de otro familiar, masculino por supuesto.
Por circunstancias de la vida, la joven iraquí pasó una temporada de su vida en Londres y fue precisamente allí donde descubrió su propia contradicción y comenzó a cuestionarse por qué no podía ser igual de libre en su país natal. Así dio comienzo su revolución plasmada en las redes sociales y que provocó un inmediato efecto llamada entre otras mujeres del país oriental.
Así, a día de hoy, Marina ha sido capaz de crear una verdadera comunidad de mujeres comprometidas con crear una sociedad más libre a golpe de pedal. Para ello, organizan quedadas a las que acuden montadas en sus bicis y recorren en ellas las calles de Bagdad ante las miradas de odio e incredulidad de algunos de los habitantes más conservadores de la ciudad.
Y es que lo que aparentemente puede suponer un pequeño gesto para nosotras como es montarnos en una bici y pedalear, supone un avance infinito en otras culturas. Por eso, solo podemos agradecer a Marina su valentía y su ejemplo que nos sirve de inspiración para ayudar a construir un mundo más justo. Y junto a ella, otras mujeres activistas que cada día luchan en favor de la igualdad:
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