Los datos publicados por el Ministerio de Igualdad demuestran que, a medida que avanza el confinamiento también crecen las llamadas: del 14 al 31 de marzo el incremento fue de 555 consultas más respecto al mismo periodo en 2019, mientras que del 1 al 15 de abril el aumento fue de 1.298. Con estos datos sobre la mesa, la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una entrevista para Sálvame afirmó que el aumento “no es mala noticia”. La ministra apunta a que las mujeres víctimas de violencia machista están confiando en los mecanismos institucionales y están haciendo uso de las herramientas que se han puesto a su alcance.
Asimismo, las consultas online han sufrido un aumento más que considerable del 650% respecto a la primera quincena de abril de 2019. Si bien no es el canal más utilizado, las 20 peticiones que se produjeron en 2019 se han multiplicado hasta las 150. Este aumento puede deberse a que, estando confinadas con su agresor, es difícil encontrar el momento para realizar la llamada, pero no tanto para hacer una consulta online. Una realidad que también vemos patente en el servicio de chat que lleva activo desde el 21 de marzo. Desde entonces y hasta la publicación de los datos del Ministerio, se recibieron 731 consultas, y de estas, 509 fueron realizadas en los últimos quince días. Los números habilitados (682 91 61 36 y 682 50 85 07) tienen como finalidad apoyar psicológicamente a las víctimas con un equipo de psicólogas expertas en violencia de género.
Con todo esto, el gran reto es poder realizar un seguimiento de los casos de forma individualizada, analizando los motivos de la llamadas y si las mujeres podrían estar en riesgo para actuar a tiempo.
Los servicios activos forman parte del Plan de Contingencia contra la violencia de género, un plan de medidas que tienen como fin prevenir, controlar y minimizar los efectos del confinamiento sobre las víctimas de violencia machista. Por lo tanto, se declararon servicios esenciales y siguen activos con normalidad las 24h todos los días de la semana. Además de que, está permitido romper el confinamiento por razones de violencia de género.
Con todo esto, el gran reto es poder realizar un seguimiento de los casos de forma individualizada. Por ello, durante el mes que llevamos de estado de alarma, se han realizado 83.341acciones de vigilancia y protección por parte de la Policia Nacional y la Guardia Civil a través de comprobaciones telemáticas como llamadas telefónicas y contactos por otros medios. Unas medidas preventivas que suponen un incremento del 35,83% respecto a las acciones realizadas en 2019 para el mismo periodo.
Los menores víctimas de violencia doméstica
La Fundación ANAR, además del servicio de asistencia telefónica, ha reforzado el servicio chat para asegurar la integridad de los menores víctimas de violencia doméstica, para los que el confinamiento multiplica las situaciones de riesgo. En crifras, el equipo de psicología de ANAR ha reportado, del 23 al 31 de marzo, un total de 270 peticiones de ayuda, llegando a detectar 173 casos graves en los que los menores estaban sufriendo algún problema en su propia casa.
Con esto, desde ANAR reportan que 2 de cada 5 casos atendidos a través de chat y e-mail son por violencia contra el menor de edad. Entre estos se contempla la violencia física intrafamiliar (12,7%), la violencia psicológica (6,9%), los abusos sexuales (3,5%), la violencia de género (3,5%), situaciones de abandono (2,9%), así como el bullying (4,6%), el cyberbullying (2,9%) o las agresiones extrafamiliares (vecinos) (1,7%).
Por otra parte, ANAR reporta la cantidad de niños, niñas y adolescentes que estos días están realizando consultas por problemas psicológicos (27,7%), derivados del encierro, en los que destacan ansiedad, miedo, tristeza y baja autoestima, que en algunas casos derivan a su vez en intentos de suicidio y autolesiones.
© Paula Sifora
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