Los médicos españoles están intentando luchar contra la ablación en nuestro país, un acto que aquí se considera delito de lesiones, pero que, por desgracia, siguen practicando las familias extranjeras en cuya región es una tradición. Según informa El País, los médicos pedirán a partir de ahora estas familias, procedentes principalmente de África subsahariana, que se comprometan por escrito a no someter a sus hijas a ablación cuando viajen a sus lugares de origen. Esta medida se incluye en el protocolo que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas aprobarán mañana en el Consejo Interritorial de Salud, y se trata del primer protocolo común contra la ablación que se aprueba en España.
Con esta propuesta, lo que se intenta conseguir es detectar y prevenir la mutilación genital femenina. Si los padres no firman la renuncia a practicar esta mutilación, los médicos podrán comunicarlo a los servicios de protección de menores y a la fiscalía, para que éstas tomen acciones cautelares.
Según el protocolo establecido, los médicos o pediatras deberán realizar una exploración de los genitales. Si detectan que ha habido mutilación, deberán registrarlo en el historial clínico y averiguar si se produjo antes o después de que la menor llegase a España.
La mutilación genital se practica principalmente en países africanos de Oriente Próximo, como Yemen y Emiratos Árables, y en algunas comunidades asiáticas: India, Pakistán, Malasia y Sri Lanka. Según Unicef, más de 125 millones de mujeres han sido mutiladas y otros 30 millones pueden serlo en la próxima década.
En nuestro país, Cataluña es la comunidad autónoma con mayor población de riesgo. Esperemos que esta medida sirva de ayuda para frenar este delito, que denigra y maltrata a tantas mujeres.
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