La firma FTL Moda apuesta por la diversidad dentro del mundo de las pasarelas y busca alejarse del canon de belleza que estamos acostumbrados a ver. El año pasado, la marca de ropa italiana presentó en el gran desfile a Madeline Stuart, la primera modelo con síndrome de Down que ha participado en un evento de moda como este. Este año el relevo lo ha tomado Reshma Quereshi, una joven india de 19 años que brilló en el show de la Gran Manzana abriendo el desfile de Archana Kochhar. Con un vestido estampado étnico y la cabeza bien alta, esta activista ha demostrado que en las grandes pasarelas también hay espacio para las víctimas de ataque con ácido. Al fin y al cabo, como ella ha declarado a la agencia AFP, "¿Por qué no disfrutar de nuestras vidas? Lo que nos ocurrió no es culpa nuestra y no hemos hecho nada malo, así que debemos avanzar en la vida".
Hace dos años, Reshma se encontraba en la ciudad india de Allahabad, donde había viajado para realizar un examen. Su sueño, como el de cualquier otra chica de su edad, era poder continuar con sus estudios, ir a la universidad y encontrar un buen trabajo. Sin embargo, su familia política no estaba de acuerdo con ella. Aquel día, su cuñado, acompañado de otros familiares y amigos, le lanzó un concentrado de ácido sulfúrico a la cara. Como consecuencia del ataque, Reshma perdió el ojo izquierdo y su rostro quedó desfigurado. Necesitó cirugía para poder reparar los músculos de la boca y durante meses padeció dolorosas quemaduras e infecciones.
Lejos de venirse abajo, cuando Reshma se recuperó de sus lesiones, se unió a la organización Make Love Not Scars (haz el amor, no cicatrices), una plataforma que ayuda a las víctimas de ataques con ácido, violaciones y violencia de género. Con ellos ha grabado una serie de vídeos en YouTube donde enseña a maquillarse. Unos tutoriales de belleza que finalizan con un poderoso mensaje: "En la India es más barato conseguir ácido que una barra de labios". Algo que por desgracia es cierto: el ácido es más accesible que los cosméticos. Reshma explicaba que comprar un lápiz de ojos tiene un precio de 1,30 euros aproximadamente, mientras que el ácido se puede adquirir desde 0,40 céntimos.
El jueves pasado, la joven demostró su fortaleza abriendo el desfile con elegancia y la mirada firme. Esta ha sido la primera vez que viaja fuera de la India y lo ha hecho para demostrar a otras chicas como ella que no deben avergonzarse de sus cicatrices. "Quiero decirle al mundo que no nos miren como una luz débil. Podemos salir y hacer cosas", afirmó.
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