Meredith Hutchison fue enviada a los campos de refugiados de Jordania por el Comité Internacional de Rescate con una misión: que las niñas refugiadas le contaran qué querían ser de mayores, sus sueños... El proyecto que ha recoge este esperanzador encargo es Visión y no víctima que reúne momentos en los que las niñas dibujaban cómo se veían a sí mismas de mayores. Más tarde cada una de estas niñas fue protagonista de una sesión de fotos basada en sus propios dibujos para que siempre las guardaran como recuerdo de sus metas.
“En esta imagen, es muy temprano y estoy esperando que mis alumnos lleguen a clase. Les enseño a leer y a escribir árabe. Soy una persona caritativa y amable y por eso sería la maestra perfecta. Soy estricta pero me esfuerzo mucho por ser paciente y ayudar a aquellos que tienen dificultades”, dice una de las pequeñas feliz de participar en este proyecto.
“Siempre he querido ser una mujer policía porque no solamente ayuda con la seguridad de las personas sino que también es responsable de la justicia en la sociedad. Todos los días me despierto, voy a la estación y luego a la ciudad para ver en qué puedo ayudar. También trabajo para inspirar en otras mujeres el deseo de ser policías: las apoyo para que sueñen con su futuro y reflexionen sobre la manera de superar los obstáculos”, añade otra niña.
“En esta imagen, estoy estudiando los rayos X de un paciente para determinar qué le está causando dolor en el pecho. En este momento de mi vida, soy una cirujana reconocida en la región. Atiendo a muchos pacientes, pero el paciente que más cuido, el que me motivó a ser doctora, es mi padre que tiene muchas complicaciones de salud. Ser capaz de ayudar a mi padre me da más fortaleza”, explica Fátima de 11 años, futura cirujana.
Merwa sueña con ser artista: "En esta imagen, soy una artista conocida y estoy trabajando en un paisaje al óleo. Cuando era pequeña mi pasatiempo era pintar pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que tenía mucho talento y comencé a estudiar arte en la universidad. Ahora tengo mi propia galería y allí vendo mis cuadros y esculturas. Tengo la esperanza de que mi trabajo inspire paz en el mundo y motive a las personas a ser amables con los demás”.
Mientras que Haja fantasea con ser astronauta: “Desde que empezamos a estudiar el sistema solar en la primaria quise ser astronauta. Me imaginaba en el cielo descubriendo cosas nuevas. Me encanta ser astronauta porque así puedo ver el mundo desde otro ángulo. El camino no fue fácil porque la sociedad te dice que una mujer no puede ser astronauta. Ahora que cumplí mis metas, les diría a las mujeres jóvenes que no tengan miedo en lograr sus aspiraciones y hablen con sus padres sobre lo que quieren y por qué lo quieren para tener siempre confianza y saber a donde quieren llegar."
Y así, una tras otra... 12 niñas que no se ponen obstáculos en la vida porque ya han tenido bastantes a su corta edad. Ellas son las protagonistas de este proyecto revelador que nos da una lección de vida positiva y esperanzadora ya que a estas niñas soñar les hace libres.
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