Lo que para el resto del mundo ha sido una bonita cadena de videos del hit del cantante estadounidense Pharell Williams, para los jóvenes iraníes se ha convertido en una pesadilla. Un video para celebrar la felicidad, la amistad y, en este caso, la inclusión de la comunidad iraní en el mundo es para las autoridades una ofensa a la Sharia (Ley Islámica).
Esta violación del más básico de los derechos humanos, la libertad de expresión, es legal en este país simplemente porque es “vulgar” y ofende la “castidad pública” según la policía. Irán vive una regresión en las costumbres y libertades sociales desde la instauración de la República Islámica en 1979 que dura hasta hoy. Lo que para las autoridades significa la interpretación legal de su religión, solo demuestra la desconexión que existe con, al menos, parte de la población.
La imposición de normas morales ya no es un obstáculo para las jóvenes iraníes, las principales perjudicadas de esta retrógrada lectura de la Sharia. Las mujeres tienen la obligación de usar velo y tienen prohibido conducir o ir con su familia a las piscinas públicas. Un hombre decide por ellas, ya sea el padre o el marido, a pesar de que ya el 60% de los estudiantes son mujeres, empiezan a conseguir cargos relevantes en la administración y por tanto aspirar a una vida independiente. De momento, la condena de estos seis chicos ha sido suspendida durante tres años, durante los cuales serán vigilados y si cometen otro "delito" parecido tendrán que cumplir la sentencia. Ahora sus vidas estarán en observación constante, más aún si cabe.
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