Y es que la reforma era apoyada por algunos de los cargos más altos de la Iglesia, incluso del bando más conservador, como el nuevo arzobispo de Canterbury, Justin Welby, designado el pasado 9 de noviembre y que en enero sustituirá como primado anglicano a Rowan Williams, también partidario del obispado femenino, tras su recién anunciada dimisión.
Esta ha sido una votación sin precedentes, que podría haber sido histórica para la religión. Por ello, la resolución final ha generado una fuerte indignación entre las mujeres miembro, que actualmente constituyen un tercio del clero. Finalmente, parece que las mujeres tendrán que esperar para poder acceder a tan altos cargos. Una decisión que no volverá a estar sobre la mesa hasta el año 2019.
Según informa lanacion.com, los votos fueron 44 a favor, 3 en contra y 2 abstenciones en la Cámara de Obispos; 148 a favor y 45 en contra en la Cámara de Clérigos; y 132 a favor y 74 en contra en la Cámara de Laicos.
Mujeres sacerdote
No es la primera vez que se plantea una cuestión de género tan controvertida en la Iglesia de Inglaterra. Hace ya 20 años, en 1992, la entidad autorizó la ordenación de mujeres sacerdote. Una decisión que en aquel momento, y aún hoy, supuso un gran avance en los derechos de igualdad en un ámbito muy tradicional y complejo. Tiempo después, se empezó a considerar también la posibilidad de permitir el ordenamiento de mujeres sacerdote, y, sin duda, la Iglesia Anglicana ha cumplido con su compromiso.
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