Todo comenzó con un incidente durante la ceremonia de entrega de medallas después de la final del Mundial femenino de fútbol. Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dio un beso a la jugadora Jenni Hermoso, alegando que fue "consentido".
Sin embargo, las imágenes y la respuesta a este incidente desencadenaron una serie de eventos que han agitado la comunidad deportiva y la opinión pública en general. Además, las imágenes del presidente tocándose los genitales en el palco tras el partido también suscitaron repudio.
El comportamiento de Rubiales generó críticas inmediatas y preocupación sobre la cultura del fútbol y los problemas de género en el deporte. Las redes sociales se llenaron de voces condenando el acto y exigiendo medidas contundentes.
En este contexto, Rubiales dio un discurso que sorprendió a muchos. En lugar de dimitir por el incidente y las críticas, el presidente de la RFEF defendió su posición y cargó contra lo que él llamó "falso feminismo". Esta respuesta profundizó la indignación y aumentó la movilización en redes sociales bajo la etiqueta #Seacabó.
Alexia Putellas fue la primera en pronunciarse después del discurso de Rubiales. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, tildó como "inaceptable" la falta de dimisión de Rubiales y expresó su apoyo a su compañera Jenni Hermoso.
En respuesta a las declaraciones y comportamientos de Rubiales, la FIFA inició acciones disciplinarias contra él por posibles violaciones al Código Disciplinario de la FIFA. La federación española también se vio afectada por dimisiones, como la de Rafael del Amo, uno de los vicepresidentes de la RFEF, quien expresó su descontento con la falta de dimisión de Rubiales.
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El movimiento #Seacabó ha logrado movilizar a figuras importantes del fútbol femenino y masculino. Jugadoras como Alexia Putellas, Athenea del Castillo y Aitana Bonmatí han expresado su solidaridad con Jenni Hermoso y han condenado el comportamiento de Rubiales. Incluso, el jugador del Real Betis, Borja Iglesias, anunció su decisión de abandonar la selección española en protesta por la falta de acción ante estos comportamientos.
El discurso de Rubiales también ha generado reacciones encontradas en el mundo del fútbol masculino. Mientras algunos, como el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, han condenado sus acciones, otros como Luis Enrique han elogiado su gestión. El ex seleccionador nacional Javier Aguirre criticó duramente el comportamiento de Rubiales y lamentó que la atención se haya desviado de los logros deportivos de las jugadoras.
Este conflicto pone de relieve la importancia de abordar la cultura de género en el deporte y la necesidad de una respuesta contundente ante comportamientos inapropiados en todos los niveles del fútbol y la sociedad en general.