Siempre decimos y reiteramos que el mejor camino para conseguir la igualdad es educar a los niños desde pequeños en valores de equidad y justicia para ambos géneros. Pues bien, parece que aún hay quien no lo entiende y se empeña en hacer discriminaciones de género desde que son pequeños. Hoy nos hemos enterado de que la Junta de Castilla y León ha prohibido a una niña jugar la final de un campeonato con su equipo simplemente por ser una chica.
La pequeña que entrenaba con su equipo de forma natural, había jugado los partidos anteriores hasta que un rival puso una queja ante la Junta por alineación indebida. El órgano público tomó nota de la queja y eliminó al equipo de la competición. Después de que el conjunto que había interpuesto la alegación se retractara, la Junta decidió dejar que el equipo continuara adelante pero sin contar con las pequeñas dentro de su alineación.
Como es lógico la noticia se ha extendido como la pólvora y ha llegado, incluso, a las páginas del diario británico The Times. Nosotras nos preguntamos, ¿por qué existe esta discriminación cuando hablamos de un equipo de menores de doce años? ¿Por qué impedir a una pequeña cuya ilusión es el fútbol que practique este deporte?
De hecho, esta noticia nos recuerda a otra que saltó a los medios hace unos meses: un equipo infantil femenino de Lleida había ganado una liga masculina y, a pesar del revuelo formado en torno a ellas, no conseguían ningún tipo de patrocinador para seguir adelante con su equipo. Y es que, la diferencia entre el deporte masculino y el femenino es un hecho y si no, mira estos datos.
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