Hija de un pianista gallego, María Antonia Iglesias derrochó pasión por el periodismo desde el inicio de su carrera profesional. Una periodista que rebosaba energía y entrega a su trabajo, así coinciden en describirla muchos de sus compañeros. Su trayectoria tuvo su punto álgido a principios de los años 90 cuando llegó a ser Directora de los Servicios de Informativos de TVE, después de haber pasado por medios escritos como Informaciones, Interviú, Triunfo y Tiempo y haber colaborado en la primera tertulia política de la Cadena Ser "La Trastienda".
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María Antonia Iglesias nunca le tuvo miedo a nada ni a nadie y, por ello, se convirtió en una de las periodistas más influyentes de los años de la Transición. Su ideología abiertamente comunista le valió también enfrentamientos con la clase política y su destitución al frente de los Informativos de TVE, poco después de la llegada al poder del Partido Popular en el año 1996.
En lo que se refiere a su faceta como escritora, destacan sus obras de contenido político como La memoria recuperada (2003). Lo que nunca han contado Felipe González y los dirigente socialistas (2003) o Cuerpo a cuerpo (2007). La madrileña se volcó también en desentrañar algunas de las brechas abiertas en el País Vasco. Así publicó Memoria de Euskadi (2009) y se encargó de la coordinación de un libro sobre los días anteriores a la muerte de Miguel Ángel Blanco.
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En los últimos años, había intervenido sobre todo en acaloradas tertulias en programas de televisión como Las mañanas de Cuatro, La mirada crítica, La Noria o El gran Debate. Tras sufrir un amago de infarto tras una de estas participaciones televisivas, María Antonia decidió alejarse, en cierta medida, del foco mediático. En el año 2012, el también periodista Jordi González la entrevistó en Galicia, lugar de origen de su familia paterna y donde ella residía actualmente.
