En plena Feria de Málaga, el 17 de agosto, hay un suceso que conmocionó a la ciudad e indignó a la opinión pública. Al parecer, una joven de 20 años que salía de trabajar fue abordada por cinco jóvenes que la agredieron sexualmente. Tres días después de comenzar con la investigación, la magistrada archivó el caso al entender que la comisión de delito no estaba "debidamente justificada". Después del revuelo social causado, la joven declaró el pasado jueves que la denuncia era falsa y que nunca tuvo lugar esa agresión sexual de la que habló en un primer momento. Como respuesta a este delito, la Fiscalía le achaca inicialmente cinco delitos de denuncia falsa y ha sido condenada a diez meses de prisión y una multa de 2.160 euros.
La razón que esgrime la que fuese víctima es el temor a que un vídeo supuestamente grabado por alguno de los cinco jóvenes mientras mantenían relaciones sexuales saliese a la luz. Tras esta sorprendente declaración, el caso ha dado un giro de 180º. Y es que fue precisamente el miércoles cuando la Fiscalía de Málaga, tras comprobar que existen supuestas contradicciones entre la denuncia interpuesta por la joven el pasado 17 de agosto, la versión de algunos testigos, el material gráfico grabado por lo jóvenes y los informes periciales, llamó a declarar a la chica.
Después de escuchar la última declaración de la joven nos preguntamos cuáles son las razones que pueden llevar a alguien a inventarse una violación. Quizás se vio presionada por los jóvenes que la grabaron y que, supuestamente, la amenazaron con difundir el vídeo de las relaciones sexuales. Sea como fuese, algunos utilizarán este caso para generalizar y desacreditar otras "violaciones inventadas", mientras la realidad es muy diferente: más de mil denuncias por violación al año en España, es decir, 3 agresiones diarias; una cada 8 horas.
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