Las modelos se han convertido en el nuevo punto de mira de la policía iraní. Y es que 6 de ellas fueron arrestadas hace unos días por atentar supuestamente contra la moral conservadora del país. Todas ellas, contaban con perfiles muy activos en sus redes sociales y subían fotos en actitud sexy, como cualquier otra blogger o modelo que en la actualidad estamos acostumbradas a ver en internet, y que todas las marcas de moda y belleza se rifan.
La situación es muy diferente en Irán y a pesar de ello sorprendentemente la red social más popular del país es Instagram, la cual además no cuenta con ninguna censura. Sin embargo, parece que estos arrestos han sido más bien un aviso para navegantes. Lo que las autoridades iraníes pretenden es cortar por lo sano con el posible contagio de la cultura occidental en cuanto a la utilización de estas redes, algo muy lejano a lo que la cultura islámica está acostumbrada.
Las identidades de las modelos fueron publicadas en el diario IranWire y se trata de Melikaa Zamani, Niloofar Behboudi, Donya Moghadam, Shabnam Molavi, Dana Nick y Elnaz Golrokh, quien fue detenida junto a su marido, Hamid Fadai, también modelo. Fueron puestos en libertad bajo fianza días después y decidieron abandonar el país; algo que la modelo explicó en su cuenta de Instagram a todos sus seguidores: "Lamentablemente, por ahora no voy a estar activa en Irán, pero voy a continuar mi trabajo fuera del país. Gracias a todos por vuestro apoyo y energía positiva. Os quiero".
Los perfiles de estas mujeres fueron bloqueados temporalmente quedando solo activas las páginas de sus fans. Pero una de ellas destaca precisamente por su rebeldía al haberse pronunciado en más de una ocasión abiertamente en contra de la censura en Internet, quien además ha pedido utilizar medios anticensura.
¿Qué te parece esta decisión? ¿Por qué esta doble moral? ¿Crees que se trata de una atentado contra los derechos de las mujeres? ¿La libertad de decidir?
LETTER
Y además:
Prohíben la entrada a mujeres en un Starbucks de Arabia Saudí
Irán, el país en el que las niñas de 8 años pueden ser condenadas a muerte