¿Sabías que durante el embarazo los pechos pueden llegar a doblar su tamaño? Las hormonas, los cambios que nuestro cuerpo experimenta con la gestación y la preparación para la subida de la leche hace que nuestros senos aumenten. Aparecen estrías en ellos durante el embarazo, se pueden agrietar durante la lactancia, especialmente la zona del pezón, se vuelven más móviles, cambian de color, aparecen bultos e incluso producen molestias y dolores. Esto es algo natural que no podemos evitar. Sin embargo, a nivel estético, sí podemos prevenir la caída o la aparición de estrías en nuestros pechos con algunos sencillos trucos. Apunta estos consejos para cuidar el pecho antes y después del parto.
1. Elige el sujetador adecuado
Elegir el sujetador adecuado a nuestra talla de pecho es primordial. Éste debe envolver los senos sin comprimir la caja torácica y tener tirantes regulables. Escoger la talla inadecuada puede, a la larga, perjudicar el seno. Por lo que es conveniente encontrar el que te sientas más cómoda y no contentarte con una talla que "más o menos" te vale.
2. Masajea tu pecho
Se trata de estimular la circulación sanguínea y la renovación celular a través de un suave masaje circular. De esta forma la piel queda tonificada y el escote permanece más firme durante más tiempo. Se trata de un sencillo gesto que podemos practicar a diario para lograr unos pechos bonitos. Para optimizar los resultados te sugerimos añadir la aplicación de una cema reafirmante o de untensor de busto.
3. Vigila tu peso
Durante el embarazo es inevitable aumentar de peso. Sin embargo, durante la gestación conviene vigilar nuestra alimentación. No es cierto aquello de "tengo que comer por dos", más bien se trata de elegir alimentos saludables. Si evitamos aumentar de peso desproporcionadamente nos podremos librar (hasta cierto punto) de que nuestra piel en general y la de los pechos en particular padezcan el riesgo de tener estrías (o al menos más de lo normal).
4. Protege el pecho del sol
Hacer topless durante el embarazo para conseguir una piel morena intensa no es bueno para el pecho si lo hacemos sin precauciones. Primero, los senos no se sostienen, por lo que están poco protegidos de movimientos bruscos. Y segundo, en cuanto a la piel, sabemos los daños que conlleva una prolongada y repetida exposición solar.
Aplicarse una crema solar de alta protección (+50) puede ser un buen comienzo, pero lo más aconsejable es ponerse la parte de arriba del bikini. Es recomendable para proteger esta zona de extrema sensibilidad.
5. Practica gimnasia específica
A no ser que nuestro médico nos lo desaconseje, el deporte puede reportarnos beneficios antes y después del parto. Hay ejercicios que permiten reforzar y estirar los músculos que sostienen el pecho. Aquí te dejamos una lista de ejercicios de pecho que puedes practicar en casa, así como otros que te ayudarán a controlar la respiración y a mejorar la postura:
6. Utiliza crema hidratante todos los días
Especialmente después de la ducha. Es importante mantener la zona del pecho, así como la de las caderas y el abdomen, siempre con una buena hidratación. De esta manera podemos prevenir en cierto modo la aparición de estrías conforme se va estirando nuestra piel. Opta también por exfoliar la piel del pecho al menos una vez a la semana.
7. Si puedes, opta por dar el pecho
No todas las mujeres pueden o quieren amamantar a sus hijos tras el parto. Hay quienes optan por darle leche de fórmula, una alternativa perfectamente válida. Sin embargo, la lactancia es altamente recomendable, ya no solo por los beneficios que le aporta la leche materna al bebé, también porque ayuda a la madre a liberar la leche de los senos, aliviando el dolor, a bajar de peso de manera natural y además produce una sensación de bienestar (gracias a la producción de endorfinas).
8. Aplica leche materna sobre el pezón
Puede que no lo sepas, pero la leche materna tiene propiedades antibacterianas y cicatrizantes. Cuando damos el pecho es frecuente que se produzcan algunas grietas en el pezón o que este se seque en exceso. Para prevenirlo, puedes aplicarte un poco de leche sobre el pezón después de las tomas y dejar que se seque al aire libre.
9. Escoge discos de lactancia transpirables
Si durante la lactancia tienes pérdidas de leche, es aconsejable utilizar discos de lactancia, aquellos que se colocan sobre el pezón y entre el pecho y el sujetador. No solo evitará la humedad en el pecho, también resultará más higiénico. Pero asegúrate de elegir discos fabricados con material transpirable y de cambiarlos con frecuencia para evitar que el pezón se humedezca en exceso.
10. Mantén erguida la postura y procura dormir boca arriba
Recuerda mantener la espalda recta y los hombros hacia atrás, pues de esta manera tus pechos se realzan. También es aconsejable dormir boca arriba, no solo durante el embarazo y la lactancia, sino en general. Dormir boca abajo ejerce un exceso de presión sobre los pechos.
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