Marián García es Dra. en Farmacia, nutricionista y óptico-optometrista. Puede que la conozcas porque hace unos diez años decidió cambiar la farmacia por la divulgación en televisión y redes sociales además de impartir conferencias y talleres relacionados con la salud. Esta vez nos acercamos a uno de sus post en Instagram para aclarar por qué algunos quesos no son aptos durante el embarazo.
¿Queso sí o queso no?
Existe la creencia de que tomar queso no es bueno durante el embarazo. En realidad no hace falta evitar todo tipo de quesos y vamos a ver por qué. Durante el embarazo, es recomendable evitar ciertos quesos debido al riesgo de infecciones alimentarias como la listeriosis, una enfermedad causada por la bacteria Listeria monocytogenes, que puede ser perjudicial para el desarrollo del feto.
Lo más importante, según aclara la experta, es revisar las etiquetas y asegurarse de que los productos estén hechos con leche pasteurizada para evitar riesgos durante el embarazo.
Es por esto que los quesos tipo Roquefort, Gorgonzola como se elaboran con leche no pasteurizada favorecen el crecimiento de bacterias como la Listeria no suelen recomendarse durante el embarazo. Pero, la Dra. García aclara que si están hechos con leche pasteurizada o si se cocinan bien, es decir, a más de 65º, pueden consumirse con seguridad. Así que si estás en estado de buena esperanza y te apetece tomar quesos azules aprovecha para hacer una salsa del queso que prefieras para acompañar tu carne o pescado y te das el capricho con toda seguridad.
Los quesos blandos como Brie, Camembert si están elaborados con leche pasteurizada no hay ningún problema en tomarlos incluso durante el embarazo. Otros quesos elaborados con leche cruda como el queso de cabra blando, queso crema, mascarpone o el feta, es mejor evitarlos porque no están pasteurizados y tienen un mayor riesgo de estar contaminados con Listeria.
Evitar riesgos innecesarios
Los quesos duros como el cheddar, gouda, parmesano, incluso si están hechos con leche no pasteurizada es menos probable que contengan bacterias ya que tienen poca agua, pero es mejor mirar las etiquetas y no arriesgarse. La listeriosis puede causar un aborto espontáneo, partos prematuros o una infección del bebé con listeriosis cuando nazca, lo que le llevará a sufrir problemas neurológicos o de desarrollo a largo plazo, como daño cerebral. Ante estas horribles circunstancias, es mejor no arriesgar y hacer caso a la experta, poner mucha atención a las etiquetas u optar por cocinarlos para estar tranquilas.
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Del mismo modo que hay que tener cuidado con el queso, las carnes crudas o poco cocidas pueden contener bacterias como Salmonella, E. coli o Toxoplasma gondii. El pescado crudo o poco cocinado puede estar contaminado con bacterias o parásitos como la Listeria y Anisakis. Otro alimento a evitar son los pescados con alto contenido en mercurio, los huevos crudos o poco cocidos, cualquier otro lácteo no pasteurizado (leche o yogur), patés y embutidos (como jamón, salami, mortadela) por riesgo de Listeria igualmente. El embarazo es una etapa especialmente delicada, por lo que es importante tomar en cuenta todas estas recomendaciones de los expertos.