Ejercicio aeróbico
Dormir, además de ser una forma de recargar energía para nuestro cuerpo, implica que sometemos a nuestro organismo a muchas horas de ayuno. Así, al levantarnos, nuestros niveles de glucógeno y de insulina son bajos, por lo que si practicamos ejercicio antes de desayunar a nuestro cuerpo no le queda otra opción que recurrir a la única fuente de energía almacenada, la grasa.
Sin embargo, entrenar cardio con el estómago vacío puede provocar pérdida muscular, ya que cuando nuestras reservas de glucógeno ya se han agotado, el organismo recurre al músculo y comienza un proceso llamado “catabolismo” en el que se descompone para obtener energía.
Por esto, el ejercicio aeróbico en ayunas puede ser buena opción para quemar grasa siempre y cuando no pase más de una hora desde que nos levantamos hasta desayunar para evitar el almacenamiento de grasa a largo plazo y la degradación del músculo, y que la duración del entrenamiento no sea superior a 45 minutos.
Una vez terminado el entrenamiento, el desayuno perfecto debería incluir carbohidratos (pan integral, avena, etc.), y proteína (claras de huevo, jamón, etc.).
Ejercicio anaeróbico
Entrenar con peso en ayunas, al contrario, no aporta ningún beneficio. Y es que, al no requerirse oxígeno, la única fuente de energía es el glucógeno, que proviene de los hidratos de carbono. Incluir trabajos de fuerza en nuestra rutina es fundamental puesto que la quema de grasa se produce durante el día, y a la larga su efectividad es mayor que hacer solo cardio, pero la ingesta previa de alimentos es fundamental.
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La clave del éxito
No importa el momento del día –mañana, tarde o noche- en que realicemos ejercicio. Lo ideal es adquirir este hábito junto con una alimentación saludable. En Dorsia ofrecen tratamientos para acabar con el sobrepeso que, junto a una reeducación alimentaria, ayudan en el camino hacia un estilo de vida sano.
El reto de Minerva, la Unidad de Nutrición y Obesidad de Clínicas Dorsia, es conseguir el objetivo de adelgazar y recuperar tu salud. Por eso se ofrece el programa Minerva 10, 15 o 20, adaptado a distintos tipos de necesidades y kilos que se necesiten perder.
Consiste en una dieta personalizada y consultas individuales con los distintos profesionales según las necesidades del paciente y la estrategia a seguir para cumplir su objetivo. Las sesiones con nutricionista le ayudarán a definir cuáles son las dietas y los alimentos que deben estar en su rutina diaria; con el psicólogo, a definir juntos las herramientas para que su tratamiento sea un éxito, y con el médico estético, que realizará sesiones de carboxiterapia y mesoterapia para remodelar las zonas rebeldes donde se acumula la grasa (abdomen, flancos, piernas y brazos).
Con Minerva 10, 15 o 20, y con la ayuda de los profesionales y el equipo que forman la Unidad, el paciente consigue cumplir su objetivo de perder peso: 10 kg, 15 kg o 20kg, y no volver a recuperarlos.
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