El color azul siempre se ha asociado con el estilo navy, pero en realidad no tiene por qué ir ligado a las rayas marineras o a los detalles náuticos si lo queremos introducir en nuestro hogar. Hay muchas formas de hacerlo: en paredes, muebles, elementos decorativos o adornos florales. El azul es un color vivo que, dependiendo de su tonalidad, produce un efecto calmante y tranquilizador. De hecho, en la filosofía feng shui se asocia al agua y se utiliza porque se cree que favorece el pensamiento positivo. ¿Quieres saber cómo y dónde introducir este color en tu casa? Aquí te dejamos algunos consejos e ideas que te serán muy útiles.
El baño y el dormitorio, dos apuestas seguras
Como hemos dicho antes, al ser un color que relacionamos con el agua se emplea mucho en los baños de las casas, especialmente en los azulejos del suelo o la pared, aunque las más arriesgadas se atreven incluso a introducirlo en las bañeras y el inodoro. Si este es tu caso, procura que todos los elementos sean de un tono muy claro para que no resulte abrumador.
La otra estancia en la que acertaremos seguro con este color es el dormitorio, especialmente si éste es pequeño ya que combinado con el blanco resulta la opción perfecta para ganar espacio. Además, su poder relajante facilita el sueño, algo muy apropiado para esta habitación.
Aunque el azul no solo se adapta a estas dos partes de la casa, también puedes introducirlo en el salón, en la terraza o patio e incluso en la oficina, ¡tu eliges!
¿Cómo combinarlo?
Hay una gran variedad de azules, pero para que sea más sencillo combinarlos sin errar te enseñamos un patrón que nunca falla: los tonos claros combinan bien con los marrones y los colores tierra. El azul marino sin embargo, encaja mejor con el blanco, los tonos rosados y el amarillo. Aunque cada una es libre de introducirlos como quiera en su hogar, aquí te damos algunos consejos útiles:
- Si utilizas este color para pintar las paredes, procura que el techo y la moldura que lo acompaña sean blancos, de esta manera se crea una mayor sensación de amplitud.
- No se recomienda pintar todas las paredes de azul oscuro ya que genera opacidad. Para contrarrestarlo es mejor combinarlo con franjas y suelos claros.
- Para crear un ambiente dulce y alegre, añade elementos decorativos en rosa, gris o blanco roto y juega con los turquesas y malvas.
- Aunque te sientas tentada de introducir el azul en el comedor o en la cocina, te recomendamos que descartes la idea ya que al ser un color frío puede quitar el apetito, mientras que los colores cálidos como los naranjas, amarillos o rojos potencian la sociabilidad y la calidez, lo que les hace mucho más adecuado para estas dos estancias.
Ahora que tienes en mente todos estos consejos de decoración y has visto nuestra galería de imágenes, ¿te atreves a introducir el azul en tu hogar?
LETTER
Y además:
¡Blanco y en botella! Normas básicas para decorar con el color de la pureza
¡Todo al gris!: apuesta por la elegancia para tu hogar