La belleza de lo natural es una de las cosas que más apreciamos. Nos relaja, nos sentimos más conectados con la madre tierra e incluso nos hace sentir más puros. Esta sensación también se puede trasladar a la decoración de una vivienda; es lo que se conoce como estilo raw.
La tendencia raw está en pleno auge. Materiales en bruto, sencillez y nada de sobrecarga decorativa son los tres aspectos fundamentales del estilo. ¿Quieres saber más? La diseñadora e interiorista Sandra Marcos te da las claves de este estilo y te ayuda a elegir los elementos más adecuados para tu hogar.
El corazón de este estilo: la madera
Y no, no nos referimos a un mueble de madera pulida y perfecta, sino a una madera con una estética en la que las típicas imperfecciones se vuelven algo magnífico. Grietas, hendiduras, vetas, desigualdades… Eso sí, no se trata de algo descuidado, sino de algo artesanal hecho con mucho esmero, sin aditivos y apenas sin pulir.
Fibras naturales, un elemento imprescindible
Los textiles son una de las piezas más importantes para acompañar a esta decoración. Alfombras, cojines, cortinas, colchas de cama… La clave es que se trate de fibras de origen vegetal como el lino o el algodón. El color puede ser el que más te guste, ¡la ventaja de la madera es que combina con todo!
En la sencillez está la clave
El estilo raw es sencillo, sin grandes pretensiones. No busca que llenes tu casa de madera o plantas, sino que incorpores estos elementos de forma connatural a las estancias. No es necesario sobrecargar de naturaleza; en la sencillez está la clave para mantener la armonía y la pureza en los espacios.
Todo tipo de combinaciones posibles
Si pretendes sumarte a la moda ‘raw’, no hace falta que redecores tu casa al completo. Lo natural queda bien en cualquier ambiente y con todo tipo de materiales, como metales, cerámicas o vidrios.
Reutiliza y da una nueva vida a tus muebles
Si tienes una casa antigua de pueblo, vas a hacer reforma o tienes muebles de antaño que ya no te convencen, ¡dales un nuevo aire! Las puertas de madera que vas a cambiar, úsalas como tabla de una mesa de comedor; ese banco antiguo de casa de tus abuelos, ponlo en el recibidor; coge ese palé de la obra y haz una mesita de noche con él, o utiliza la leña del campo para hacer tu propia decoración. Las posibilidades son infinitas.
Contenido elaborado en colaboración con la diseñadora e interiorista Sandra Marcos
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