Muchos de los elementos que forman nuestra casa son de madera. Las molduras, los muebles, los suelos... Casi todo puede estar compuesto por este material tan socorrido y por eso se convierte en uno de los más importantes a la hora de cuidarlo y conservarlo. ¿Cómo podemos mantener la madera limpia y bonita durante el máximo tiempo posible? Permanece atenta a nuestros consejos y descubre cómo debes cuidarla según su tipo:
1. Maderas enceradas
>Limpia regularmente la madera con un trapo suave para quitar el polvo que pueda acumularse.
>Si la madera te parece demasiado sucia (la notas pegajosa), utiliza aguarrás incoloro o esencia de trementina. >Aplica uno de los dos y sácale brillo con un trapo de lana.
>Evita los productos a base de silicona.
>La mayoría de las manchas que puedas hacer en la madera podrás eliminarlas frotando con la ayuda de un trapo mojado en esencia de trementina. Luego tendrás que encerar la madera.
>Respecto a las manchas de agua, alcohol o grasa quítalas con un tapón de corcho.
2. Maderas barnizadas
>Quita el polvo regularmente con un trapo suave y limpio (si es de lana es perfecto).
>Para una limpieza en profundidad, moja un trapo en popote ebanistería (disponible en la sección de droguería de grandes almacenes o en tiendas de bricolaje), en aceite de mesa y en esencia de trementina.
>Una vez limpia, pule la madera con una gamuza.
>Para manchas de grasa, frota con té frío y púlela.
>Cuidado con las manchas de alcohol ya que a menudo disuelven el barniz. En su caso, quítalas inmediatamente con papel absorbente. Luego tendrás que lijar y volver a barnizar.
3. Maderas lacadas
>Quita el polvo con regularidad con un trapo húmedo. A continuación, seca la madera con un trapo suave, preferentemente de algodón.
>Pasa una esponja impregnada de agua jabonosa caliente sin mojar demasiado.
>Empieza a limpiar siempre por la parte inferior. Aclárala y empieza a secar desde la parte superior.
>Las maderas pintadas recobran su brillo puliéndolas con un trapo impregnado de varias gotas de aceite de lino.
>Utiliza un trapo suave impregnado de una mezcla a partes iguales de aceite de lino, esencia de trementina y harina.
>Sobre todo, ni se te ocurra rascar las manchas. Utiliza una esponja mojada en agua jabonosa y frota con cuidado. Si es necesario, vuelve a pintar la madera.
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