Estancias plagadas de blanco, con toques azulados, ambientes frescos, mucha luz… ¿Te suena de algo? No, no es el paraíso, pero tampoco vas muy desencaminado. Son las características básicas del estilo mediterráneo, la tendencia decorativa estrella del sur de Europa que llena los hogares de vida y que nunca pasa de moda.
Se trata de un tipo de decoración que tiene sus raíces en países como Grecia, Turquía, Italia, el sureste de España e incluso algunas partes del norte de África; en definitiva, zonas rodeadas por el Mar Mediterráneo. Este estilo busca, ante todo, la luminosidad natural: que te levantes con los rayos de sol inundando la estancia y tengas ganas de comerte el mundo.
Bienestar y tranquilidad son su marca personal. Es una decoración relajada, sencilla, que emana calidez por los cuatros costados y te llena de vitalidad. ¿Te ha picado el gusanillo y quieres saber cómo incorporar el estilo mediterráneo a tu casa? La diseñadora e interiorista Sandra Marcos te da la base para que consigas una decoración de estilo mediterráneo 10. ¡Apunta, apunta!
Estancias con mucho blanco y sin sobrecargar
El blanco es el color predominante en esta tendencia. Está presente en las paredes para potenciar la luz, impregna los tapizados de los sofás y combina a la perfección con otros colores en cojines, sofás, alfombras, marcos de cuadros o fotos. Porque queda bien en cualquier rincón y es la base del estilo mediterráneo, que emana paz y tranquilidad.
No sobrecargues de muebles o accesorios tu vivienda. El blanco sirve para crear un ambiente relajado; si lo llenas de cosas, romperás la magia. De esta forma, el espacio dará sensación de amplitud y libertad, algo muy asociado con la cultura mediterránea.
Juega con los colores en los complementos
Para restar un poco de frialdad, es habitual combinar el blanco con tonos claros como terracota, ocre, beige o distintos amarillos. Si, de nuevo, buscas un estilo más griego, utiliza azules, aguamarina o verde oliva.
Una buena idea es que estos colores los incorpores a través de textiles como cortinas, cojines o almohadones para el sofá o la cama que te propone Sandra Marcos, pantallas para lámparas o algún jarrón.
© Sandra Marcos
Madera y algo de hierro para el mobiliario
En cuanto a los materiales del mobiliario, la madera es la estrella de la decoración, en especial las maderas claras. Este elemento está presente en las piezas principales de las estancias, ya sea en los grandes muebles, patas de los sofás, sillas, armarios de la cocina o en el canapé de la cama, entre otros.
El hierro forjado también es importante dentro del estilo mediterráneo, ya que recuerda a las rejas que en muchas de las zonas mediterráneas se utilizan para impedir el acceso a la casa desde fuera. Se puede incluso utilizar a modo de detalle para crear rincones únicos, como en lámparas o espejos.
© Sandra Marcos
Luz, luz y más luz
Los ambientes mediterráneos se caracterizan por potenciar la entrada de luz natural. Por eso, lo mejor es utilizar cortinas claras, de tejido suave y evitar poner muebles grandes como sofás delante de estos puntos de luz.
En cuanto a la iluminación artificial para las noches o los días más oscuros, utiliza bombillas amarillas que den calidez y acompáñalas de velas colocadas en puntos estratégicos. Así pasarás tu tiempo en un ambiente relajado y dará gusto estar en casa.
Naturaleza para rematar la decoración
El clima mediterráneo es un clima vivo, por lo que no es de extrañar que los interiores de las casas tengan plantas en cualquier rincón, desde pequeñas macetas en las estanterías o centro de la mesa del comedor hasta plantas más grandes a los lados del sofá principal.
Decora tu casa con plantas. Puedes utilizar jarrones multiusos que hacen las veces de florero o de elemento decorativo cuando te canses de las plantas. Un accesorio en blanco te combinará seguro, pero también puedes combinarlo en función del color de tu planta o flor.
© Sandra Marcos
Contenido elaborado en colaboración con la diseñadora e interiorista Sandra Marcos
© iStock
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