Con el nuevo curso llegan los nuevos propósitos, como el de dedicar tiempo a nuestros hobbies, como momentos de lectura: historias de acción, románticas, sociales, poesía, biografías… cada cual a su gusto, estos momentos los asociamos a la relajación, la tranquilidad, el descanso, el silencio, dedicarse, por fin, tiempo a una misma.
Nos adentramos en historias ajenas desde diferentes objetivos, desde la simple distracción hasta la más profunda inspiración, buscando palabras ajenas que nos ayuden a identificar y reordenar las palabras que nos habitan. Nos ha ocurrido en vacaciones, la lectura seguro que ha sido un punto clave en ese días de descanso. Seleccionamos las lecturas, en ocasiones, durante todo el año.
Las vacaciones, los nuevos comienzos como septiembre y los días de descanso son también un momento de replanteamiento de las áreas de nuestra vida. Nos conectamos con sueños futuros, repasamos momentos pasados, analizamos momentos actuales, ralentizamos el reloj de las prisas cotidianas para asir con más fuerza el timón de nuestras decisiones y así sentir que navegamos con vientos favorables por las diferentes situaciones que la vida nos va presentando, como un cambio de trabajo o de casa, un ascenso el nuevo colegio de los niños.
Lecturas, lecturas y más lecturas para poder leer entre líneas
La propuesta es leerte a ti misma, no sólo los titulares resaltados en negrita, sino leer tu propia letra pequeña ¿cómo?, a través del aumento de la autopercepción emocional, lo que va a conducirte directamente a un aumento de la inteligencia emocional. Utilizamos muy a menudo la expresión “las vacaciones son para recargar pilas” o “el nuevo curso sirve para tener nuevos propósitos”, pero no hay mejor energía que la de te dará tu propia lectura entre líneas.
Esta lectura conlleva un poco de escritura, así como las lecturas de libros invitan a subrayar algunas líneas, podrás subrayarte en tus capacidades y fortalezas, en lo mejor de ti, que será una fuente de autoestima y seguridad para tu vida.
La autopercepción emocional comienza por la identificación de tus emociones, entrenarse en ello, además de útil es muy placentero, aunque conectes con emociones aflictivas, porque el conocimiento posterior que te aportará lo merece.
Esta identificación es a través de la pregunta: ¿qué emoción o sensación me predomina en este momento?Quizá al principio sea más dificultoso identificar emociones puras, es más fácil identificar mezclas, para darles un nombre puedes apelar al recurso lingüístico de las metáforas. Así expresiones como, “me siento burbujeante, me siento arraiga o volátil”; también puedes acudir al recurso de los colores, “me siento gris, negra, turquesa”. Cualquier palabra será una excelente pista para ti.
Hacerlo varias veces al día, en diferentes situaciones o hacerlo en retrospectiva redactará los renglones de tu diario. Anotarlo para poder visualizarlo posteriormente será como leer entre líneas tu biografía emocional.
¿Qué hacer con mis lecturas entre líneas?
Toda la nueva información sobre ti, te ayudará a superar el estrés postvacacional:
- Haz una lista de las líneas de ti que más te gustan y recurre a ella cuando te sientas desanimada
- Tus fortalezas y capacidades sacadas de las líneas de tu lectura, serán tu mejor aliado, para los retos que siguen esperándote a la vuelta de vacaciones.
- ¿Has descubierto nuevas fortalezas y capacidades? ¿De qué manera vas a ponerlo en práctica con los objetivos profesionales de este año? Conectar nuevas capacidades con antiguos objetivos garantiza un resultado exitoso.
- Invita a las personas de tu alrededor a leerse entre líneas, mejorará tu relación con ellas .
- Pon título a esa biografia emocional que has recordado sobre ti, recuerda ese título cuando necesites recordarte lo valiosa y única que eres como persona.
Si te gusta leer, léete a ti misma, entre renglones encontrarás algunos de los secretos de tu felicidad, como sabes, la auténtica felicidad está en el interior, a veces, escondida entre renglones.
Contenido elaborado en colaboración con Alicia Aradilla, socióloga y experta en neurolingüística.
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