Organízate, sé asertiva y espontánea y disfruta de un nuevo y enriquecedor ambiente. Esas son las principales consignas cuando se aproximan nuestro primer contacto con la vida adulta que, de una u otra manera, supone un acercamiento a la vida adulta.
Lo cierto es que siempre hay una primera vez para todo en la vida y la frase no por obvia resulta menos reveladora. Estamos en permanente movimiento, sujetos a cambios, bien implementados por nosotros mismos, bien surgidos de circunstancias ajenas a nuestra voluntad. Vivimos siempre en movimiento, a veces “caminando”, con pasos cortos y seguros, otras veces corriendo, empujados por asuntos no deseados. Habréis oído hablar de la llamada zona de confort. Es un término que los especialistas en psicología y bienestar emocional emplean para referirse a la estabilidad de cada individuo.
La zona de confort de alguien sería una relación estable y un trabajo fijo, con una rutina tranquila y feliz. Por supuesto, nada es perfecto, pero nos sentimos seguros en esa zona de confort: el futuro parece garantizado, no vemos peligro, nada nos altera. En el caso de los estudios ocurre lo mismo. Según nos cuenta nuestra experta en coach Verónica Rodríguez Orellana. Cuando los chic@s permanecen en un centro durante un ciclo escolar, con un grupo de amigos más o menos estable y con un nivel de exigencia académica conocido, la capota de la seguridad les protege. Al acabar los estudios escolares y enfrentarse a un mundo nuevo, la Facultad, surgen todas las incógnitas.
Si es tu caso es posible que te sientas identificada con estas preguntas: ¿podré relacionarme con mis nuevos compañeros ?, ¿seré capaz de expresar mis opiniones o mis sentimientos ante gente desconocida?, ¿qué pensarán los demás de mí? Y, una cuestión muy importante: ¿Podré estar a la altura de la exigencia de cada materia y a la vez no perderme la vida universitaria, ese nuevo y apasionante entorno, lleno de gente nueva?
Sí, sí y sí, si trabajas tres aspectos fundamentales: tu asertividad, tu comunicación verbal y tu organización del trabajo. Estos tres puntos te ayudarán a salir adelante más tarde en el ámbito laboral. Si te fijas, son los tres pilares con los que se trabaja en las sesiones de coaching para personas que comienzan a integrarse en una organización.
Sí eres tímida y nerviosa, afirma, asúmelo y no lo interiorices como un impedimento para lograr tus metas personales y profesionales. Por otro lado, practica tu asertividad y no tengas miedo de ser espontánea. En realidad, ser espontáneo es algo muy positivo, y si lo eres, los demás lo valorarán. Di lo que piensas con honestidad y asertividad. Habitúate a hablar delante de más gente. No supone ningún riesgo, no hay nada que temer. Y, en cuanto a la organización del trabajo, nuestra coach nos cuenta las claves para este primer día. ¡Toma buena nota!
- Prepara una libreta para tomar notas/apuntes desde el primer día de clases, aun cuando sea información que ya crees saber.
- Establece una rutina de estudio para cada materia. Recomendamos estudiar en el mismo sitio, en la medida de lo posible. Estudiar significa más que hacer la tarea. Necesitarás repasar las notas de la clase, titularlas, reformarlas y estar segura de que las entiendes perfectamente.
- No dejes de lado las lecturas, dando mayor prioridad a las tareas escritas.
- Prepara cada clase como si hubiese un test multiple choice en cada una de ellas.
- Elige un espacio para estudiar: Dicho espacio debería contar con un escritorio, una silla cómoda, buena iluminación, sin distracciones, etc... No debería ser un lugar donde realizas otras actividades distintas a estudiar. Debería ser tu “lugar de estudio”.
- Estudia durante el día en lo posible: lo que lleva una hora durante el día, a la mayoría de la gente le lleva una hora y media durante la noche.
- Planifica tus recreos: descansa diez minutos por cada una hora de estudio. En lo posible evita largos períodos ininterrumpidos “hincando los codos”.
- Utiliza los recursos de la Facultad: Investiga y utiliza laboratorios, bibliotecas, tutores, videos, programas informáticos y textos alternativos. Intenta relacionarte con tus profesores y ayudantes. Realiza preguntas “No sabía que..” o “No entendí …” son siempre buenas excusas.
- Organiza tu plan de estudio comenzando con la materia que te resulte más difícil primero. El comienzo del período de estudio es en el que estarás más atenta. Dejarlo para el final lo hará más difícil aún.
- Busca uno o dos compañeros de facultad en cada materia para estudiar. Los estudios demuestran que los alumnos que estudian junto a otros rutinariamente tienden a obtener mejores calificaciones. Probablemente, te sentirás más motivado si sabes que otras personas se preocupan por lo que haces en las clases. Enseñar o explicar un concepto a otra persona es sin duda uno de las mejores formas de entenderlo realmente.
- Cuida tu cuerpo. Estudiar constantemente y dormir cuatro horas por día, con el estómago vacío o ingerir solo comida basura es una pérdida de tiempo. Evita las comidas y bebidas que contengan cafeína.
Artículo realizado en colaboración con la terapeuta Gestalt Verónica Rodríguez Orellana, Directora de Coaching Club.
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