Aunque con el paso de los años hemos ido mejorando nuestras habilidades sociales, lo cierto es que aún nos cuesta mucho salir de nuestro espacio de confort y enfrentarnos al mundo dejando atrás la vergüenza. Somos mujeres tímidas, sí, pero sabemos tomárnoslo con humor. Aún así, tenemos que reconocer que hay situaciones en las que no podemos dejar atrás nuestra timidez y a las que ojalá pudiésemos decir adiós para siempre, ¿verdad? Como recordarás, estas mujeres de la ficción tampoco podían ocultar este rasgo de su carácter:
1. Nunca sabes muy bien cuándo hablar
Estás con tus amigas o quizás en una reunión de trabajo o en una comida familiar. Todo el mundo opina, cuenta sus batallitas y responde lo que dice el resto. Ahí estás tú, incapaz de intervenir, pesando en cuándo será un buen momento. ¿Te resulta familiar?
2. No sabes disimular tus nervios
Te tiembla la voz, te sudan las manos e incluso te flaquean las piernas. Cuando hablas en público o se acerca a ti el chico que te gusta, no puedes evitar que tu timidez haga acto de presencia.
3. ¿Mirar a los ojos? ¡Todo un reto!
¡Qué difícil es mirar a los ojos! Obviamente puedes hacerlo con tus padres o tus amigos de toda la vida pero cuando conoces a algún desconocido todo se complica y aguantar la mirada se convierte en una misión imposible.
4. Odias ser el centro de atención
No te gusta cumplir años, te da vergüenza recibir regalos y crees que formas parte de esa minoría anti selfie que hay en el mundo. Eres tímida de los pies a la cabeza y odias ser el centro de atención.
5. Muy a menudo sientes vergüenza ajena
¿Cómo puede ser que estén haciendo eso? ¿No se darán cuenta de lo ridículos que son? Te lo preguntas una y otra vez cuando ves a esa gente en la televisión que no sabe cuándo callar y no tiene ningún sentido del ridículo. Vivimos en una situación de 'tierra, trágame' constante...
6. No soportas que te digan lo tímida que eres
Desde que tienes uso de razón te enfrentas a personas que te recuerdan en tu día a día lo tímida, callada, vergonzosa e introvertida que eres. ¿Acaso les recuerdas tú cada día sus defectos?
7. Tienes verdadero pánico a hacer el ridículo
Eso de reírse de una misma no es algo que entre dentro de tus planes...
8. Sonrojarte forma parte de tu día a día
Cuenta la leyenda que cuando vuelves a tu casa, el color rojo desaparece de tus mejillas. Al mundo no le queda más remedio que creer que no siempre estás sonrojada. Te suben los colores si te piropean, si te hacen comentarios negativos, si te dicen que te quieren e, incluso, si pillas a alguien mirándote en el metro. ¡Qué sinvivir!
9. ¿Tu consigna en la vida? Pasar desapercibida
No solo no quieres ser el centro de atención, sino que prefieres ser un espectro que pasa por la vida sin que nadie depare en tu presencia. Lo haces con la gente desconocida, también en los días de cañas con tus amigas y, por supuesto, cuando sales de fiesta. ¿Nuestro consejo? ¡Suéltate la melena de vez en cuando!
10. Te tocas el pelo, te tapas la boca... ¡Manías everywhere!
Son pequeñas manías de las que apenas te das cuenta. Cuando hablas con alguien con quien no tienes mucha confianza, tiendes a tocar tu pelo o poner la mano cerca de tu boca y, claro, todos saben inmediatamente que una tímida de catálogo está ante ellos.
11. Cuando algo se escapa a tu control, el mundo se hace cuesta arriba
Las mujeres tímidas suelen tener alguna que otra inseguridad y, precisamente por ello, quieres tener controlado todo lo que ocurre a tu alrededor. La improvisación no entra dentro de tus opciones y así va a seguir siendo.
12. Cuando te das cuenta de que alguien te mira... ¡Horror!
Típico cruce de miradas en el vagón de metro o al cruzar la calle. Puede que a la mayoría de la gente le guste este coqueteo pero a ti te hace sentir la persona más incómoda del mundo.
13. Envidias profundamente a la gente que se atreve a todo
Personas sonrientes, atrevidas, con un don de gentes envidiable, amigas de todo el mundo. Personas tan sociables que te resultan insoportables. Sabemos de lo que hablas...
14. Hablar en público, el peor de tus temores
Ya desde que eras pequeña, el momento de hablar delante de la clase te parecía el peor de los sufrimientos. Pasados aquellos años de infancia y adolescencia, sigue ocurriéndote lo mismo en tu vida adulta. Preparas la presentación durante horas, no duermes la noche anterior y solo deseas que esos minutos interminables lleguen a su fin.
15. Cuando estás rodeada de desconocidos, te desvaneces
Tu novio te ha invitado a conocer a tus amigos. Quieres caerles bien pero, ¿cómo lo vas a hacer si te da pánico hablar con desconocidos? ¡Ármate de valor!
16. Cuando recuerdas algún momento ridículo, aún sigues sonrojándote
Eres de esas personas que puede estar años recordando una caída, un comentario inapropiado o una borrachera de consecuencias fatales. Cuando por algún motivo aquel momento vuelve a tu cabeza, tus mejillas se vuelven a sonrojar como el primer día.
17. Puedes estar muriendo pero NUNCA interrumpirías una conversación
Si hay algo que caracteriza a las personas tímidas es su capacidad para escuchar. Odian hablar de ellas mismas pero, en cambio, son amigas maravillosas por su forma de escuchar. Eso sí, puede que estés enferma, necesites ir al baño o tengas que irte porque ha quedado, NUNCA serás capaz de interrumpir una conversación.
18. Cuando sales con tus amigas, evitas a toda costa ser tú la que pida
La timidez tiene diferentes niveles y si te ocurre esto, estás en el más alto. Has quedado para cenar con tus amigas y evitas a toda costa ser tú la que pide en el bar. ¿Dirigirte a un desconocido? De los nervios, quizás hasta se te trabe la lengua.
19. Vestida para no llamar la atención
Las chicas tímidas suelen vestir de una forma común para no llamar la atención entre la multitud. Nada de cortes de pelo extravagantes o complementos llamativos. Lo tuyo es la sencillez y el 'menos es más' una de tus citas favoritas.
20. Tienes un atractivo innegable
Con todo ello, no podemos negar que esa inocencia que caracteriza a una mujer tímida es también su mayor atractivo. Así que... ¡A comerte el mundo!
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