La vuelta de las vacaciones es el momento ideal para empezar esa limpieza anual, porque, aunque la tradición dice que el año nuevo empieza en enero, para la mayoría de nosotras el año nuevo empieza en septiembre. Volver a la rutina no tiene por qué significar volver a todo lo que teníamos antes de irnos ¡eso aburre nada más de pensarlo!
Para reinventar un nuevo año es necesario hacer limpieza, tanto interna como externa, haciendo un detox personal que nos asegure una buena salud en invierno, así como la tan ansiada paz mental, fortaleza y felicidad con la que todos soñamos, sobre todo con los nuevos propósitos que tenemos, al volver de las vacaciones.
Nuestro objetivo para limpiar nuestra cuerpo y nuestra mente será desechar de una vez por todas las dietas improductivas, los pensamientos dañinos, los miedos y las relaciones tóxicas. Con ello, podremos volver a disfrutar de la alegría de vivir que tanto ansiamos dejándonos fluir en el ritmo vital.
Para dejarnos fluir es necesario dejar de controlarlo todo. Para muchas personas tenerlo todo controlado les da una falsa sensación de seguridad. Y digo falsa, porque es muy difícil, además de agotador, tenerlo todo bajo control. La vida es la que es y lleva su propio ritmo, así que sufrirás menos si organizas las cosas, pero te adaptas sin resistencia a los cambios que puedan producirse.
Algunas pautas para una puesta a punto física y mental
- Reserva un tiempo para trazar un plan de cambio asequible. Dejar atrás los excesos requiere calma y paciencia. Proponte cambios realistas (Gym, dieta, dejar de fumar, etc.)
- Abre tu armario y tira lo que ya no te pones, para dejar espacio a algunas prendas nuevas. Cómprate ropa cómoda y que te haga sentir guapa.
- Si no te ves guapa, empieza por buscar a un buen peluquero y atrévete a cambiar de color o de peinado, te sentirás renovada.
- Recupera tu equilibrio emocional. Es normal sentirse desbordada en algunos momentos, pero pensar en las mil cosas que hay que hacer sólo te va a estresar más. Así que, como norma, respira y párate un momento. Haz una lista de las cosas que tienes que hacer y haz una cosa después de la otra. Te relajarás.
- Libérate del cansancio vital. Optimiza tu sistema nervioso, con ajustes quiroprácticos, para regular todos tus sistemas operativos, entre ellos tus glándulas suprarrenales y así equilibrar el desgaste mental y físico que conlleva la rutina, estando cien por cien conectada y energética.
- Si sientes angustia, cansancio o insomnio es muy probable que debas hacer una desintoxicación física. Busca un buen Naturópata o endocrino y dale a tu cuerpo un descanso. Toma un aporte adecuado de frutas, verduras y vitaminas. Eso te permitirá mantener e incrementar la fortaleza, el equilibrio y la tranquilidad que necesitas para cada día.
- Si tu problema es que el estrés te hace comer mal, si te sientes culpable y frustrada con tu alimentación, si crees que es el momento de adelgazar, pero estás harta de las dietas, apúntate a la nueva corriente de la “Emoalimentación” y descubre de forma consciente cómo alimentar a tu cuerpo y a tus emociones de forma saludable y sostenible en el tiempo.
- Como los árboles en otoño, dejar caer silenciosamente las hojas, es decir, a las personas que forman nuestro árbol, si es que estas son tóxicas o no nos aportan nada más que energía negativa. Como cualquier planta, necesitas energía positiva para crecer en armonía y rodearte de personas que te quieran bien.
- Un entorno alegre hace que tu sistema inmunitario esté más fuerte. Olvida las discusiones, los cotilleos y las comparaciones. Cuida bien de tu vida, que ya es bastante trabajo y deja que los demás cuiden de la suya.
- Ten un diálogo interno constructivo y háblate bien. Haz afirmaciones positivas en todo momento “lo voy a conseguir” “yo puedo” “qué guapa estoy”, son ejemplos de cómo deberías hablarte cada día.
- Olvida los programas de la tele y dedícate a ver cosas que te interesen pero que sean instructivas. Cada temporada dedícate a aprender algo que no sepas, porque además de estar al día, mantendrás joven a tu cerebro y podrás adaptarte mejor a la vida.
Siempre que puedas y en el cambio de las estaciones, haz un détox físico y emocional. Recuerda que bajo cualquier circunstancia adversa la preocupación es normal, pero el sufrimiento es opcional. Construir una vida que te llene, es algo que debes hacer tu mismo, tengas las herramientas que tengas en este momento.
Cuando estamos desmotivados, sin ilusión o cansados antes de empezar, desde el punto de vista quiropráctico, te diré que tienes que escuchar a tu cuerpo, pero también lo que tu alma necesita. Así que párate, escúchate y ponte manos a la obra para cambiar todo lo que necesites para estar más sana y volver a encontrarte.
¡Anímate, esta vez lo conseguirás porque nos tienes a todos aquí para ayudarte!
Articulo elaborado en colaboración con Roser de Tienda, doctora quiropráctica con especialidad en salud de la mujer y los niños.
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