Queso fresco en textura de crema, el mascarpone es originario de Italia donde se utiliza como nata líquida. Muy rico, el mascarpone es un producto preparado a base de leche de vaca o de bufflone, según su procedencia. La crema se vuelve ácida con ácido cítrico o zumo de limón y calentada a 90ºC. A continuación, una vez cuajada, se escurre la masa obtenida durante uno o dos días con una muselina especial en el frigorífico. El mascarpone adopta a continuación esa bella textura nacarada y compacta la cual utilizamos para realizar preparados dulces o salados.
El tiramisú, la receta estrella con mascarpone
El mascarpone es al tiramisú lo que los huevos son al flan, pero no sólo eso. A continuación, te vamos a dar otras recetas en las que puedes incluir esta crema de queso pero, de momento, rememoremos la receta del tiramisú.
Ingredientes:
- Dos yemas de huevo
- 60 g de azúcar
- 350 g de mascarpone
- Una cucharada sopera de coñac
- 150 g de bizcochos
- 15 cl de café
Modo de elaboración:
En primer lugar, mezcla en un bol, las yemas de los huevos (reserva las claras), el azúcar y el mascarpone. Cuando la mezcla esté lista, añade el coñac Cuando la mezcla esté bien lisa añade una cucharada sopera de coñac. Incorpora después una clara de huevo batida a punto de nieve mezclándola con cuidado. A continuación, empapa 150 g de bizcochos rápidamente en 15 cl de café y colócalos en el fondo de la fuente. Extiende sobre los bizcochos la mitad de la crema preparada. Dispón de nuevo una capa de bizcochos empapados en café y recúbrela de crema. Decora la parte de arriba con cacao en polvo. Déjalo reposar en el frigorífico durante al menos tres horas ¡listo para disfrutar!
La versión salada del mascarpone
En tus platos salados, el mascarpone reemplaza a la nata líquida y le dará mucho más sabor a tus platos. Para hacer la “versión salada”, comienza por cocinar una salsa para aperitivo. Por ejemplo, te proponemos que mezcles seis cucharadas soperas de queso de cabra fresco con la mitad de un bote de mascarpone. Añade un pellizco de cilantro picado y una cucharada de café con cúrcuma. Echa sal, pimienta y obtendrás una crema perfecta para dippear con tus crudités de verduras.
El mascarpone en tus platos principales
En la pasta, el mascarpone sirve de base para las salsas sabrosas, como puede ser una crema de queso, por ejemplo. Puedes sofreírlo en una sartén con especias y algunos chalotes antes de mezclarlo con la pasta en las recetas de macarrones con espárragos y salmón ahumado o, por ejemplo, los tallarines al mascarpone con guisantes. También puedes combinarlo con jamón cocido y otro tipo de queso o, si lo prefieres, con alguna receta que incluya espinacas.
Además, el mascarpone reemplaza igualmente a la nata líquida en la elaboración de una quiche de champiñones o de un gratén de calabacín. ¿Te imaginas su delicioso sabor?
Postre en vaso
Más compacto que la nata líquida o el queso blanco, el mascarpone permite “fijar” los ingredientes en las recetas elaboradas con varias capas como un trifle o un tiramisú. Mezclado con huevos y azúcar, el mascarpone se vuelve una crema dulce para acompañar a las frutas rojas o a los postres de chocolate. Un truco: para hacer el mascarpone más esponjoso, incorpora una incluso dos claras batidas a punto de nieve. Conseguirás así un mousse (que debes azucarar previamente según tu gusto). Una pizca de canela molida espolvoreada in extremis sobre tu crema o tu mousse ¡para garantizar un efecto sorprendente!
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