Aunque te encante esta verdura propia de la primavera, seguro que hay cosas que no sabes sobre los espárragos. Es originario del sur del Mediterráneo y fue una planta de huerta muy apreciada por los egipcios. Hoy en día sus brotes, a los que pone fin una redondeada yema, se cultivan en cualquier rincón de nuestro país. Está lleno de vitaminas y es muy ligero así que, sin duda, se trata de nuestro mejor aliado para cualquier receta ligera que queramos preparar:
¿Cuáles son sus variedades y cómo escogerlas?
La única condición que debes tener en cuenta cuando vayas a comprar espárragos frescos es que debe ser fresco y estar bien derecho, con un tallo crujiente y una yema con escamas cerradas. ¿Cuánto tiempo crees que se conserva esta verdura? No las mantengas más de dos días en la bandeja para las verduras de la nevera. Si las envuelves en un trapo húmedo, aguantarán en buen estado algunos días más.
Las variedades de los espárragos que podemos encontrar en las tiendas son las siguientes:
- Blanco: Es muy delicado de cosechar porque crece totalmente bajo tierra. Es bastante grueso y blando. Se aprecia por su dulce y delicado sabor.
- Violeta: Es un espárrago blanco que, al dejar emerger su yema por la superficie, adquiere un color violáceo gracias al efecto de la luz. De sabor afrutado, presenta un ligero amargor.
- Verde: Su largo tallo verde se desarrolla con la luz del día. Es el espárrago más rígido y sabroso. Gusta por su sabor y sus diferentes potencialidades en cocina.
¿Sabes cómo prepararlos?
Si se trata de la variedad de blanco y violetas, córtales 1-2 cm en la parte inferior. Con un pelador trabaja el tallo, desde la punta hasta la base, vigilando no cortar la yema. En lo que se refiere a los verdes, secciona 1 cm de la parte inferior y, siempre con el pelador, trabaja las escamas rígidas y oscuras llamadas escudos. A continuación, lávalos con cuidado en agua fría.
Una vez pelados, ha llegado el momento de que nos pongamos manos a la obra con ello. En primer lugar, agrégalos a agua hirviendo con sal entre 10-20 minutos. A continuación, déjalos en un escurridor o sumérgelos de nuevo en agua helada para que conserven su color vivo. Puedes cocinarlos en el horno o en una olla al vapor. Si no tienes mucho tiempo, también puedes decidirte por la opción del microondas: colócalos en un plato y añade 2 cucharadas soperas de agua. Cúbrelo todo con papel film sobre el que harás unos pocos agujeros y deja que cuezan entre 10-15 minutos. ¡Así de fácil!
Si eres de las que suele experimentar en la cocina, los espárragos resultan perfectos para llevar a cabo algunas innovaciones culinarias. Sírvelos con salsa muselina, con mantequilla, mayonesa o una vinagreta sencilla. ¡Es la más sabrosa de las hortalizas!
También son perfectos para combinarlos con huevos en una riquísima ensalada de verano. También puedes utilizarlos como guarnición de pescado o carne blanca. Y, ¿qué me dices de incluirlo en una ensalada con crustáceos? ¡Una de las mejores combinaciones gastronómicas que hayas probado nunca!
Los espárragos son también todo un regalo para las cremas frías. Además, se integran de maravilla en pasteles y suflés. Ni que decir tiene que son una auténtica delicia combinados con tocino o jamón. ¿Los has probado asados? ¡Irresistibles! No te pierdas algunas de nuestras mejores recetas con espárragos.
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