El cambio en la tonalidad y textura de nuestro cabello es una tendencia cada vez más aceptada por las famosas, que antes se relacionaba exclusivamente con la llegada de los 50, pero la realidad es que las canas pueden aparecer a cualquier edad, incluso en los 30.
Tener canas no es un problema en sí, pero es curioso cómo un solo cambio en nuestro cabello puede sumar o restar años a nuestra apariencia, mucho más allá de la temida menopausia. Si bien es cierto que el cabello se vuelve más fino, quebradizo y menos denso a medida que envejecemos debido a los cambios en los folículos pilosos, la Universidad de Harvard nos ha sorprendido con hallazgos asombrosos.
En este estudio revelador, los expertos de Harvard han desafiado el mito de que la edad es el único culpable de nuestras canas. En lugar de eso, nos han ofrecido una visión más amplia de este misterioso proceso capilar.
Robert H. Shmerling, el investigador a cargo del estudio, nos cuenta que la genética juega un papel crucial en la predisposición a desarrollar canas prematuras. Por otro lado, la etnia también tiene un impacto significativo en este proceso: las personas de ascendencia europea suelen experimentar canas alrededor de los 30 años, mientras que para las personas de ascendencia africana, esto tiende a retrasarse hasta los 40 años.
En el caso de las mujeres, los cambios hormonales son un factor importante a tener en cuenta. La menopausia, por ejemplo, es una etapa en la vida de la mujer caracterizada por una disminución en la producción de hormonas, como el estrógeno, lo que puede influir en la pérdida de pigmentación del cabello y, en consecuencia, en la aparición de canas.
El estrés crónico también puede afectar negativamente las hormonas en el cuerpo, incluidas las relacionadas con la salud del cabello, lo que podría contribuir a la aparición prematura de canas. Además, condiciones médicas como el hipotiroidismo o el síndrome de ovario poliquístico (SOP) pueden desequilibrar las hormonas y afectar la pigmentación del cabello.
Entonces, ¿cómo podemos retrasar la aparición de esas indeseadas canas? La respuesta es mantener un estilo de vida saludable. Una dieta equilibrada rica en hierro y biotina es crucial para la salud capilar. Además, no debemos subestimar la importancia de técnicas de relajación y meditación para combatir el estrés, un enemigo de la pigmentación del cabello.
La protección solar y la reducción de la exposición a productos químicos que puedan dañar el cabello son otras medidas esenciales para mantener un cabello saludable y con su color natural.
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