Desde siempre, la cafeína ha sido el enemigo número uno del sueño. Y es que, aunque los médicos y especialistas recomiendan que para estar saludables es necesario que durmamos ocho horas, es una cifra muy alejada de la realidad para muchos. Para los menos privilegiados, proponemos los siguientes consejos, que podrás complementar con tu dosis diaria de café.
1. Prueba con una ducha fría
El agua es un gran estimulante para el cuerpo porque éste responde segregando noradrenalina y dopamina, una sensación similar a la de tomar un par de cafés. No tiene por qué estar congelada, ni mucho menos. Lo ideal es que esté a unos 15º y dure cinco minutos.
2. Prepara un desayuno rico en nutrientes
Debido a que es la primera comida del día (y siempre se la ha considerado como la más importante), deberás optar por algún alimento rico en proteínas, hidratos de carbono y lácteos.
3. Haz deporte
Una buena carrera por las mañanas te dará una gran energía para afrontar el resto del día, ya que el ejercicio físico tiene efectos similares a los del café sobre el cerebro. La actividad deberá durar entre 20 y 30 minutos.
4. Bebe agua
Es importante beber agua para mantener equilibrados los niveles de hidratación, así como evitar la fatiga y la confusión. Además, permite aumentar el flujo sanguíneo.
5. Meditar
La meditación te ayudarña a hacer una transición más suave del estado del sueño al estado de vigilia. Sentirás en tu cuerpo muy buenas vibraciones después de dedicarle cinco minutos de tranquilidad a tu cerebro.
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