La alcaravea, también conocida como hinojo de prado, comino de prado –por su gran parecido a esta especia– o carum carvi, es una especia que en forma de planta tiene una apariencia similar a la zanahoria, con hojas brillantes, brumosas y de color verde, así como como una raíz tuberculosa cuyo sabor recuerda al de esta hortaliza. Y aunque en la antigüedad su uso estaba muy extendido, hoy la alcaravea es un condimento poco conocido en la gastronomía y cocina españolas.
Como decimos, la alcaravea tiene un sabor y un aspecto muy similar al comino, aunque las semillas son de mayor tamaño y presentan una ligera curvatura. Además, tiene un sabor levemente picante y un aroma parecido al del anís. Si quieres porbarla, deberás buscarla en prados y zonas silvestres de zonas montañonsas, más concretamente, en los Pirineos o en la sierra de Aragón.
La composición de las semillas de alcaravea puede variar en función de su procedencia. Aun así, por lo general, suele tener alrededor de un 16% de aceite esencial, más concretamente de limoneno y carvona. Entre sus muchos usos medicinales, la alcaravea está indicada para combatir espasmos gastrointestinales, la falta de apetito, el síndrome de Roemheld –trastorno provocado por la presión que los órganos ejercen sobre el corazón–, la gastroenteritis, la bronquitis, el efisema o el asma.
¿Cuáles son las virtudes de la alcaravea?
Al igual que ocurre con el anís y el hinojo, la alcaravea en un excelente tónico. Pero, además, tiene propiedades diuréticas, estomacales, analgésicas, digestivas y, por último, es muy útil para evitar y tratar los gases y flatulencias. Y es que al contener limoneno, carveol, taninos y resinas, actúa como procinético, es decir, es un excelente estimulador del tránsito intestinal y un muy buen remedio para prevenir y tratar los síntomas de la indigestión. Así, si utilizas alcaravea en tus platos con regularidad, podrás evitar los problemas digestivos y te ayudará a tratar los cólicos intestinales en caso de que los padezcas.
Si quieres un consejo, la mejor forma de tomarlo es en una infusión después de las comidas. Solo tendrás que mezclar media cucharilla de semillas de alcaravea en una taza de agua hirviendo. Pero si quieres beneficiarte de las propiedades diuréticas de la alcaravea con algo más intenso, te animamos a que puebes el kümmel, un licor casero de semillas de esta planta maceradas en frío en alcohol o aguardiente seco, endulzado, finalmente, con almíbar.
Pero hay más. Una de las virtudes más asombrosas de estas plantas es que son muy útiles para calmar el dolor, y no solamente en el estómago. La alcaravea y las apósitos preparados con sus semillas son un remedio muy recomendado para el tratamiento de los dolores menstruales, así como para combatir el dolor de muelas y la cefalea. Además, usadas de forma tópica, la infusión de sus semillas tienen propiedades reparadoras y calmantes, por lo que es muy efectiva para limpiar heridas, calmar el escozor de las quemaduras y tratar afecciones como la dermatitis, el acné, los eccemas o los forúnculos.
Como si de una planta milagrosa se tratase, la acción antiséptica de la alcaravea convierte a esta planta en un excelente remedio contra el mal aliento y la halitosis y, además, ayuda a tratar la gastritis, condiciones que pueden estar relacionadas. Y es que, dado que la alcaravea mejora las digestiones, también reduce la acidez, eliminando, por otro lado, los parásitos intestinales y estimulando el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar.
Usos de la alcaravea como planta medicinal
En el siglo XVII, la alcaravea se solía utilizar en España para cocer patatas y col y todavía hoy es muy utilizada para aromatizar quesos en la zona del norte de Europa. Y es que su sabor picante y su aroma similar al del anís hacen de esta especia un condimento perfecto para aromatizar quesos, como el Tilsi y el Havarti, quesos daneses, o el Milbenkäse, queso alemán. Además, la alcaravea es uno de los ingredientes principales del licor nacional del país, el Brennivín.
En la cocina asiática y africana, la alcaravea se sigue utilizando como condimento para aromatizar y dar sabor a sus platos. Es una especia excelente para la elaboración de panes, platos salados y encurtidos, siempre usada con moderación para no excedernos de sabor. ¿Te animas?
¿Cuándo debe evitarse la alcaravea?
Como ocurre con cualquier remedio casero y con otras plantas medicinales, existen casos en los que la alcaravea no es recomendable y uno de ellos es el de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En estas circunstancias el consumo de alcaravea no es aconsejable, aunque en cantidades moderadas no tiene por qué ser peligroso. Igualmente tampoco es una especia recomendada para niños y bebés. Así, lo más recomendable antes de tomar alcaravea es que lo consultes con tu doctor o con el pediatra de tus pequeños para asegurarte de que, si lo haces, no existen riesgos.
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