Más de la mitad de las mujeres (un 55%, según datos de la Asociación Española de Pediatría) abandonan por completo la lactancia cuando se reincorporan al trabajo después de la baja maternal. Algunas de ellas lo harán porque no desean continuar, pero a muchas, seguramente, les gustaría seguir amamantando a su bebé. ¿Es una misión imposible? Afortunadamente, no. Vuelta al trabajo y lactancia materna no están reñidas. Puede que al principio no resulte demasiado sencillo, pero teniendo claros una serie de consejos y trucos... si quieres, ¡vas a lograrlo con algunos consejos!
Eso sí, antes de que sigas leyendo, te recomendamos que eches un ojo a este vídeo en el que desterramos falsos mitos que existen alrededor de la lactancia:
¿Por que resulta tan difícil continuar con la lactancia?
Las principales autoridades sanitarias recomiendan la lactancia exclusiva (solo pecho) hasta que el niño tenga seis meses. Sin embargo, al menos en España, las mujeres deben reincorporarse al trabajo a las 16 semanas (más o menos cuando el niño tiene tres meses y medio). Uno de los mitos sobre la lactancia materna dice que trabajar y dar el pecho es imposible. Pero es una idea errónea. Entonces, ¿cómo conseguirlo? Con esfuerzo, ganas e información.
eguramente en el proceso te surgirán muchas dudas: ¿y si no quiere mi leche en biberón?, ¿pasará hambre?, ¿sufriré una mastitis por saltarme varias tomas?, ¿me rechazará cuando vuelva del trabajo?, ¿se me acabará yendo la leche?, ¿será demasiado cansado para mí?, ¿merecerá la pena?... Si estás decidida a continuar, irás solventando todos los inconvenientes y tendrás el mejor regalo: encontrarte con la mirada de tu hijo cuando le ofrezcas de nuevo el pecho tras un duro día de trabajo fuera de casa. Además, piensa que cualquier cantidad de tu leche es buena: si puedes mantener todas las tomas con leche materna, será estupendo, pero sí solo puedes continuar con algunas o incluso si las reduces a una sola, los beneficios seguirán siendo enormes para tu hijo y para ti.
El sacaleches: ¡ese invento!
¿Eres de las que tiembla con solo ver un sacaleches? De acuerdo, así de entrada puede parecer un artilugio poco agradable, pero no es un instrumento de tortura. Piensa que te permitirá dejar reservas de tu leche para cuando estés en el trabajo y toque alimentar a tu hijo. Hay distintos modelos en el mercado, y siempre puedes buscar el que mejor se adapte a ti; eso sí, un consejo: no escatimes en gastos. Un buen sacaleches te puede ayudar bastante y uno malo, aparte de ineficaz, puede cargarse tu lactancia. Si no te sientes cómoda con ninguno, hay mujeres que practican la extracción manual. Siempre puedes ponerte de acuerdo con un grupo de apoyo a la lactancia para que te enseñen la técnica.
Tus derechos como madre lactante
Posiblemente si la baja maternal en España no fuera tan corta no estaríamos hablando de las dificultades que para muchas mujeres supone continuar con la lactancia al reincorporarse al trabajo. Pero... no obstante, la legislación española contempla una protección especial para las madres que dan el pecho y trabajan. Así, durante los nueve primeros meses de vida del bebé (en algunos convenios laborales este plazo se amplía), la madre tiene derecho a una hora de permiso retribuido por lactancia. Este permiso, que se puede disfrutar aunque no se dé el pecho, puede materializarse así:
- en dos fracciones de 30 minutos en mitad de la jornada
- entrando media hora más tarde
- saliendo media hora antes de lo habitual
- juntando todas las horas en varias semanas para ampliar la duración de la baja maternal
Además, las madres que dan el pecho y que están sometidas a condiciones o sustancias peligrosas que pueden pasar a la leche pueden pedir un cambio de puesto durante la lactancia o, si esto no es posible, solicitar una baja (remunerada) por riesgo para la lactancia.
¿Es tu empresa "lactivista"?
La lactancia materna, ya lo sabes, tiene innumerables beneficios para tu hijo y para ti, pero ¿te habías planteado que también puede ser ventajosa para tu empresa? Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), la lactancia materna proporciona "una mayor estabilidad emocional en la madre a la hora de regresar al trabajo y menos absentismo laboral, puesto que la lactancia contribuye a una mejor salud de ambos (madre e hijo)". Además, "una mujer que recibe apoyo y comprensión en su empresa a la hora de proseguir con la lactancia materna muestra un mayor grado de compromiso y fidelidad hacia la compañía que la cuida y la comprende", insisten en la AEP.
Las empresas "lactivistas" (que apoyan la lactancia materna) mejoran su imagen corporativa y reducen la pérdida de trabajadoras cualificadas a causa de la maternidad (mujeres que deciden abandonar el mundo laboral por falta de conciliación).
En un mundo ideal, las empresas con política de apoyo a la lactancia materna dispondrían de espacios adecuados, íntimos e higiénicos para que las trabajadoras pudiesen extraerse leche durante su jornada, además de facilitar opciones para compatibilizar trabajo y maternidad como horarios flexibles, opción de teletrabajo, apoyo a la jornada parcial... Si tu empresa es "lactivista", ¡enhorabuena! Si no, te costará más compatibilizar la vuelta al trabajo con la lactancia, pero con constancia, ¡lo conseguirás!
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