Los expertos en pediatría coinciden en afirmar que la lactancia materna siempre es la mejor opción para los bebés, en el caso que se pueda proceder a ella. Y es que los beneficios de la leche materna son muchos, para que te hagas una idea:
- La leche materna tiene todos los componentes en las cantidades necesarias para la salud del bebé.
- Contiene los elementos oportunos para proteger al bebé de enfermedades e infecciones.
- Una de las ventajas que es fundamental para el bebé es que gracias a la succión del pecho éste refuerza la musculatura de la boca y contribuye al desarrollo de la mandíbula.
- El vínculo que se crea entre la madre y el bebé es especial. Al practicar la lactancia materna el cuerpo libera hormonas y el sentimiento materno aumenta. Es una forma de relajarte. Hay que disfrutar del momento.
- La lactancia materna también beneficia a las mamás. Previene del cáncer de mama y reduce el riesgo de posibles infecciones posparto.
La OMS recomienda la lactancia materna, como mínimo, hasta los seis meses de edad y aconseja prolongarla hasta los dos años. Aunque en realidad es una decisión de las madres y sus hijos: la lactancia materna no tiene por qué basarse en tiempos establecidos. Sin embargo, llegará un momento en el que es inevitable que llegue el destete. Éste debe hacerse de forma progresiva para que el pequeño se vaya acostumbrando al cambio del pecho.
Consejos para proceder al destete
No es fácil aconsejar cómo hacer un destete, pues cada situación es diferente y cada madre puede hacerlo a su manera. Desde la Asociación Española de Pediatría nos ofrecen algunos consejos que pueden servirnos de ayuda:
- Si el niño llora o no se puede dormir, no debemos ofrecerle el pecho para calmarle. Tampoco deberíamos hacerlo en las comidas.
- Establecer algunas normas: es importante aprender a decir no cuando demande el pecho, sin temor a posibles llantos. En el caso de que ya se pueda hablar con el niño, se puede llegar a un acuerdo y dejar la toma para un momento concreto del día.
- Podemos aprovechar para ofrecerle algo a cambio: si demanda leche materna, le podemos ofrecer un yogur, una fruta, una galleta...
- Reducir la duración de las tomas también puede resultar de ayuda a la hora de comenzar el destete.
- Hay muchos bebés que demandan el pecho con especial insistencia durante la noche. Si ese es el caso, conviene cambiar la forma de evitar que llore. En lugar de darle el pecho, podemos tranquilizar al bebé con caricias, abrazos, juegos...
- Cambiar la rutina para saltarnos los momentos en que solíamos dar el pecho. Por ejemplo, si a tu hijo le dabas una toma después del baño, cambia ese momento por otra actividad: un masaje con crema, escuchar música, leer un cuento, establecer la hora de la merienda con un alimento diferente, etc.
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