Conquistar Hollywood es uno de los deseos más ardientes de cualquier actriz ambiciosa, y Ursula Corberó lo es. Por ello, aprovechando el tirón del éxito conseguido en La casa de Papel, que le proporcionó notoriedad internacional, está empezando a poner las bases para una carrera exitosa en la meca del cine.
Al igual que otras artistas como Penélope Cruz, Paz Vega, o más recientemente Ana de Armas, Úrsula no se conforma con ser una estrella en España y ya está enfocando su futuro hacia los Estados Unidos. Algo para lo que parece bien encaminada si consideramos la atención que suscitó en Nueva York durante la presentación de Lift: un robo de primera clase, el título que Netflix estrena estos días.
Lift, la nueva apuesta de Netflix para 2024
'Lift: un robo de primera clase' se estrena este mes en la plataforma de streaming y reúne a un interesante grupo de actores y actrices, entre los que, además de Úrsula, se encuentran otros como Jean Reno o Sam Worthington. La película cuenta la historia de un grupo de delincuentes que reciben el encargo por parte del gobierno de impedir un ataque terrorista, a cambio de quedar con un historial libre de antecedentes.
Aunque se trata de un título coral, al estilo de la serie de películas de Ocean´s, no cabe duda de que nuestra Úrsula brilla con luz propia a pesar de contar con un papel al mismo nivel que el de sus compañeros de reparto. Algo que demuestra en la película y que puso de manifiesto nuevamente en la premiere que tuvo lugar en el Lincoln Center de Nueva York, donde deslumbró a todos con una imagen sencilla pero glamourosa.
Sencilla y sofisticada
Para el acto promocional la actriz volvió a dejar en manos de Mimi Cuttrell la elección de su imagen. Cuttrell, una experta en moda que se encarga del look de reconocidas figuras como Ariana Grande, eligió para Ursula un estilismo minimalista pero sofisticado a un mismo tiempo.
Con un vestido negro en dos piezas y sin grandes alardes, Úrsula fue capaz de atraer las miradas de todos y convertirse en una de las sensaciones de a noche. La idea era que el protagonismo fuese suyo, por lo que se optó por un look sin florituras. Escote palabra de honor, falda semitransparente, accesorios sencillos y botines de piel fue todo lo que necesitó para que las cámaras no pudieran apartar su objetivo de ella en toda la noche. El maquillaje y el peinado, también con un enfoque en la sencillez, reforzaban la idea de que el magnetismo de Úrsula nace de ella, y no de su atuendo.
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