La salida de Alba Carrillo de Mediaset ha sido movidita, y aunque el tema sigue adelante por vía judicial, la antigua colaboradora no pierde ocasión para arremeter contra ciertas personas a las que acusa de haber instigado la no renovación de su contrato. Pero como dice la sabiduría popular, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana, y aunque el ciclo de Alba parece definitivamente cerrado en cualquiera de las cadenas televisivas del grupo, hay una gran compañía que ha apostado por ella: Netflix
Jugando con fuego, un reality de éxito
El fichaje de Alba por Netflix ha sido toda una sorpresa. El encargo que ha recibido es el de integrarse en la versión española de un reality que ha cosechado un gran éxito a nivel internacional, llamado Jugando con Fuego. Este reality ya se ha emitido en países como Reino Unido, Alemania, Brasil y otros, obteniendo muy buena acogida, lo que ha llevado a la plataforma de streaming a tratar de repetir la fórmula para la audiencia española, con Alba guiando la sucesión de acontecimientos que se muestran a través de una voz en off.
El formato es sencillo pero con gancho. Diez concursantes se darán cita en un destino de ensueño, y lucharán por obtener un premio final de 200.000 euros. Pero para lograr esa cantidad íntegra ninguno de ellos podrán mantener relaciones sexuales con otro. Cada vez que lo hagan, la cuantía del premio se verá reducida, algo que lógicamente alimenta la tensión.
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