Cómo tratar las patologías del embarazo con homeopatía
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Todas las mamás saben que el embarazo es una época que requiere cuidarse si cabe más de lo habitual, tanto por la salud de la madre como por la del bebé. El problema es que la mayoría de medicamentos convencionales tienen efectos negativos sobre el bebé, pero también sobre la madre. Ahí es donde entra en juego la homeopatía, porque los medicamentos homeopáticos son muy seguros y no tienen ningún efecto secundario.
Aunque llevemos una dieta sana y equilibrada, un descanso apropiado y practiquemos ejercicio de forma moderada, a veces pueden aparecer molestias como las náuseas, la pesadez de piernas, las hemorroides o los dolores de cabeza. El medicamento homeopático es el perfecto aliado para combatir los malestares durante el embarazo y la homeopatía debe ser el tratamiento de primera elección por su alto nivel de seguridad.
La homeopatía permite tratar cualquier problema que aparezca durante el embarazo, entre ellos los circulatorios y los digestivos. También los articulares, como los lumbagos, que desgraciadamente son muy frecuentes.
Ya en el parto, la homeopatía puede jugar también un papel importante, ya que nos ayuda de muchas maneras. Desde reducir el miedo y la ansiedad, hasta mejorar la dilatación evitando la contracción del cuello uterino.
En el posparto inmediato, el tratamiento homeopático ayuda a recuperar el tono muscular y a reducir el cansancio. En la lactancia, ayuda a la subida de la leche y reduce el riesgo de agrietar el pezón.
Como veis, la homeopatía es el mejor aliado de la mujer embarazada. Un tratamiento seguro, sin contraindicaciones, que nos acompaña desde el embarazo hasta el posparto.
Aunque llevemos una dieta sana y equilibrada, un descanso apropiado y practiquemos ejercicio de forma moderada, a veces pueden aparecer molestias como las náuseas, la pesadez de piernas, las hemorroides o los dolores de cabeza. El medicamento homeopático es el perfecto aliado para combatir los malestares durante el embarazo y la homeopatía debe ser el tratamiento de primera elección por su alto nivel de seguridad.
La homeopatía permite tratar cualquier problema que aparezca durante el embarazo, entre ellos los circulatorios y los digestivos. También los articulares, como los lumbagos, que desgraciadamente son muy frecuentes.
Ya en el parto, la homeopatía puede jugar también un papel importante, ya que nos ayuda de muchas maneras. Desde reducir el miedo y la ansiedad, hasta mejorar la dilatación evitando la contracción del cuello uterino.
En el posparto inmediato, el tratamiento homeopático ayuda a recuperar el tono muscular y a reducir el cansancio. En la lactancia, ayuda a la subida de la leche y reduce el riesgo de agrietar el pezón.
Como veis, la homeopatía es el mejor aliado de la mujer embarazada. Un tratamiento seguro, sin contraindicaciones, que nos acompaña desde el embarazo hasta el posparto.