1537, Hernando Grijalva avista por primera vez Kapingamarangi. 2014, tú puedes seguir sus pasos. Y es que, si lo tuyo es la aventura, tenemos una propuesta que va a encantarte. ¿Qué te parecería ser la primera turista que llega hasta Kapingamarangi? Allí te encontrarías con un auténtico paraíso terrenal, donde olvidarte de todo es muy fácil. Si quieres dormir bajo su manto de estrellas, permanece atenta a los pin codes de las etiquetas de TriNa, porque es la única manera de conseguir tu billete soñado -disponibles del 1 de junio al 31 de agosto en el reverso de cada botella de cristal para hostelería de TriNa de Naranja, Limón y Manzana-. Si no te toca, al menos habrás elegido un refresco sano, porque TriNa no es la típica bebida llena de ingredientes artificiales, y además no tiene burbujas. Y si te toca... prepárate porque esto es lo que vas a vivir, naturaleza en estado puro:
¿Quién te recibirá en Kapingamarangi? De los 33 atolones que la componen, sólo dos están habitados. Pero no temas, en ellas te toparás con los kapingas, uno de los pueblos más hospitalarios del planeta. Y no es de extrañar que traten bien a sus invitados, pues los kapingas reciben pocas visitas. Además de no tener ni tele, ni radio, ni cobertura, ni internet -sí, sabemos que ahora mismo, mientras los emails del trabajo se te acumulan en una carpeta para contestar que jamás se vaciará, los envidias muchísimo-, ¡no saben qué es el fútbol! Así que, si perteneces a ese porcentaje de raras avis a las que no les gusta el fútbol, o buscas refugio ante la fiebre que ya ha empezado con motivo del Mundial, lo mejor es que te escondas en Kapingamarangi. Allí nadie te mirará raro si no sabes quién es Cristiano Ronaldo, y si lo hacen, te dará igual, porque estarás echándote una siestecita bajo un cocotero tomándote un TriNa, mientras ves a los kapingas pescar o jugar a las cartas. El destino perfecto para bajar el ritmo durante unos días y dejar la mente en blanco.
¿Te hemos contado ya cómo podría ser tu viaje? Si eres la ganadora de esta oportunidad épica que ofrece TriNa, te espera un billete a una aventura de dos semanas, que incluye estancias en Manila, Guam y Pohnpei y un crucero a todo lujo de siete noches con escala en Kapingamarangi, el único transporte de estas características que comunica el atolón con el mundo exterior, atenta: ¡una vez al año! Una oportunidad única en la vida, que se sorteará junto a otras 92 escapadas a paraísos naturales patrios, como la playa de los Muertos en Almería o la del Silencio en Cudillero, Asturias.
¿Vas a perdértelo?
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