Acostumbradas a disponer de todas las comodidades, descubriréis que viajar con una mochila a la espalda es una de la mejores y más asequibles maneras de descubrir el mundo. Llevar lo estrictamente necesario se convertirá en un reto que os ayudará a daros cuenta de que con muy poquito, podéis llegar donde os propongáis, ya viajes sola o en compañía. Quizás echéis de menos vuestra cama los primeros días, pero dormir en albergues es toda una experiencia en la que conoceréis a gente increíble que recordaréis toda vuestra vida. ¿Te animas a conocer las 7 mejores rutas para mochileras?
1. Camino del Inca (Perú)
Se trata de uno de los senderos más espectaculares que existen en nuestro planeta. Además de atravesar increíbles paisajes montañosos, conecta distintas ruinas arqueológicas y fortificaciones. El trayecto más conocido se realiza desde Cori-huayra-china hasta Machu Picchu. Son 38 kilómetros en total, algo que os puede llevar entre tres y cuatro días de caminata, aproximadamente.
Este trayecto guarda una magia especial por su diversidad de ecosistemas, sus climas y sus paisajes, repletos de una exuberante vegetación y los bosques de niebla. El final de la caminata es, sin duda, una joya mundial, pues desemboca en una de las entradas a Machu Picchu, situada al sur de la ciudadela y llamada Intipunku ("Puerta del Sol").
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que os mostramos el increíble atractivo visual del Camino del Inca a través de la selección de imágenes que os hemos dejado y que os animarán a realizar esta aventura.
2. Tailandia
Playas preciosas, templos centenarios y una capital que supone el centro de llegada y salida de mochileros y turistas constantemente. Se trata de uno de los destinos turísticos más completos y espectaculares del mundo, sin olvidar que Bangkok es conocida como "la ciudad de las sonrisas", por la cordialidad que caracteriza a sus gentes.
Si viajas como mochilera, Tailandia es un país seguro, accesible y muy económico para los viajeros. Además, ofrece todo tipo de posibilidades, desde aquellas que busquéis playas tranquilas y sitios poco frecuentados alejados de la masa de turistas, hasta zonas de fiesta para las mochileras más animadas. Podéis comenzar vuestro recorrido en Bangkok, situada en el corazón del sureste asiático. A pesar de que pueda parecer un lugar de paso, lo cierto es que es uno de los mejores lugares para descubrir la cultura tailandesa a través de sus palacios, templos, museos, mercados, sus miles de restaurantes, los masajes y el muay thai, una modalidad de boxeo muy popular.
Otra de las ciudades que no podéis dejar de visitar es Chiang Mai, situada al norte de Tailandia desde la que se organizan excursiones de trekking, que incluyen cursos de meditación, masajes, cocina tailandesa e incluso de muay thai. Por la noche puedes descubrir un mercado repleto de souvenirs únicos y ropa típica de la zona. El parque natural Doi Inthanon es otra de las joyas naturales de la ciudad, repleto de vegetación y una fauna que no podréis encontrar en otro lugar.
A la hora de buscar alojamiento en Bangkok, os recomendamos optar por una Guest House, en la que podréis disponer de una habitación entre 7 y 14 euros. Muchas de ellas se encuentran cerca de parques naturales, en el norte, o en islas, en las que ofrecen cabañas a muy buen precio, alrededor de 12 euros ¡y con aire acondicionado! Las opciones mas baratas consisten en compartir baño o alojarse en dormitorios comunes, pero lo cierto es que la calidad-precio de los alojamientos es sensacional. La comida tampoco va a suponer ningún tipo de problema, porque los precios son baratísimos, tanto si decidís comer en la calle, como en un restaurante tailandés. El precio de este último ronda los 10 euros.
3. India
Se trata de un destino repleto de contrastes, conocida por los mitos y la espiritualidad pero también repleta de pobreza y desigualdades sociales. Es uno de los viajes que todos deberíamos hacer una vez en la vida, pues no deja a nadie indiferente.
La ruta que os proponemos para recorrer India consiste en pasar por las principales ciudades, como Delhi, Agra, Bombay y Goa. Todas ellas os mostrarán las diferentes caras del país que os enamorarán por completo. Delhi es una ciudad caótica pero si seguís nuestros consejos, no tendréis ningún problema. Si llegáis a la ciudad en avión, lo mejor es coger el metro hasta la estación central de Nueva Delhi. La mayoría de hostels baratos (entre 6 y 10 euros) están en una calle llamada Main Bazaar situada al lado de la estación central de tren. La siguiente parada de nuestra ruta es Agra, imprescindible por el hecho de albergar uno de los monumentos más visitados del mundo, el Taj Mahal. En el caso de Bombay, todo lo que hay que ver está en Colaba, donde se encuentran la estación Victoria, los grandes edificios coloniales, el Leopold Café y la Puerta de India.
Si queréis conocer otro mundo completamente distinto en India, ese es Goa. Se trata de un paraíso tropical con playas increíbles, pequeños pueblos sin rastro del caótico tráfico que tanto caracteriza al país. Si lo que buscáis son playas del estilo de Ibiza, con fiesta y ambiente, coged un autobús turístico que os deje en Mapusa. Desde allí coged un taxi que os llevará fácilmente y de manera asequible a las playas de Baja y Anjuna, situadas al norte de India. Si por el contrario, preferís playas tranquilas y con menos afluencia de gente, dirigiros hacia el sur, la mejor opción es ir en autobús hasta Margao y una vez allí coger un taxi hasta Agonda o Palolem.
4. La ruta de la seda (China)
Durante siglos, los comerciantes han ido trazando caminos de ida y vuelta entre China y Europa. Se trataba de rutas secretas cuyo fin era transportar seda, especias y todo tipo de mercancías a los mercados con mayor rapidez.
El camino moderno por lo general comienza en Xi’an, capital de la provincia de Shaanxi en China, famosa por albergar en la antigüedad a los Guerreros de terracota de la dinastía Qin. Xi'an representa el extremo oriental de la Ruta de la seda. A continuación, la siguiente parada seria Urumchi, localizada en el medio silvestre de la provincia china de Xinjiang, al noroeste del país. Llegados a este punto, si lo deseáis, tenéis dos opciones, pues el camino se bifurca en dos ramas: una hacia el oeste, con dirección a Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, y otra hacia el sur de Pakistán, Afganistán e Irán.
Si por el contrario preferís continuar con la ruta de la seda original, deberéis seguir por el noroeste de China y hacer una parada obligada en Dunhuang, famosa por las Cuevas de Mogao, un conjunto de 492 templos que albergan objetos religiosos de la historia de la antigua ruta comercial. En 1987 fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Durante muchos siglos fue un importante centro de oración budista, posiblemente debido a su importante posición geográfica, pues a pesar de encontrarse en medio del Desierto del Gobi, hizo que este enclave se convirtiera en la puerta occidental de China o del este asiático.
5. La ruta 66 (EEUU)
Pocas rutas pueden considerarse tan míticas como esta legendaria estadounidense. El nombre de “Ruta 66″ dejó de ser utilizado en 1985, pero todavía son muchos los jóvenes aventureros que la recorren para sentir el auténtico EE.UU. La Ruta 66 fue el principal itinerario de los emigrantes que iban al oeste, especialmente durante las tormentas de polvo de los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que atravesaba la carretera. La gente que prosperó durante la creciente popularidad de esta vía fue la misma que años más tarde luchó por mantenerla viva cuando empezó a construirse la nueva Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos.
El recorrido se inicia en Chicago, donde se puede ver un partido de béisbol con los “Cubs” en el Wrigley Field. Para los amantes de la música, no os podréis resistir a hacer una parada para escuchar el mejor blues en Saint Louis. Más adelante, llegaréis a Kansas, en el corazón de la extensa llanura americana. El punto medio de la ruta se sitúa en Texas, lugar en el que podréis comprobar que algunos tramos de la senda original se encuentran cortados.
A pesar de ello, se puede retomar el camino pasando por Nuevo México y sus infinitos paisajes de reses pastando hasta Arizona, para finalmente, llegar a California, donde Los Angeles, con Hollywood y Rodeo Drive suponen el punto culminante del viaje. Hoy en día hay muchos cortes de carretera pero la esencia del viaje de polvo, bares y moteles permanece intacta, suponiendo una experiencia única e inigualable.
6. La costa este de Australia
Es uno de los lugares más deseados por los mochileros (y por el turismo en general) para visitar por sus maravillosas playas y paisajes. Debido a su extensión puede resultar todo un desafío pero si eliges bien las rutas será una experiencia maravillosa. La costa del país es una de las mejores zonas ya que la parte central está plagada de numerosos desiertos calurosos. También son las áreas donde vive la mayor parte de la población así que encontrarás más medios de transporte, pueblos y ciudades. Te recomendamos bien que alquiles coche o bien, que en las zonas que así lo permitan te animes a viajar en bicicleta y ten en cuenta que hacer autostop está prohibido en la mayor parte del país.
Una de las rutas que sería un pecado no hacer es visitar la Gran Barrera de Coral con más de 2.000 km de extensión donde poder bañarte, practicar snorkel, bucear, navegar... Encontrarás playas de arena blanca y palmeras casi hasta la orilla del mar. Tu ruta puede continuar por Port Douglas, Mission Beach, las islas Whitsunday, el tren que lleva a la antigua ciudad de Kuranda, y Cairns. Cerca de ésta se encuentra Daintree, un bosque tropical donde siempre es primavera y presume ser el más antiguo del mundo.
Otra de las rutas más famosas es la que recorre: Sídney, Nowra, Bateman's Bay, Eden, Bairnsdale, Wilsons Promontory, Phillip Island y Melbourne. En coche son aproximadamente 7 días y tendrás la posibilidad de visitar el ecosistema del Parque Nacional de Croajingolong, dar paseos tranquilos en botes por sus lagos, ver osos marinos y hasta pingüinos... De Melbourne dicen que es "el París del hemisferio" sur y es conocida por su arte callejero. Es una ciudad muy acogedora y los estudiantes que viven en la ciudad realizan tours gratuitos (les puedes dar una propina simbólica) muy interesantes.
7. Ruta transiberiana en Rusia
Se dice que fue la ruta de los zares. Son 9.288 km en tren en un trayecto que comienza en Vladivostok, continua por Moscú rodeando el lago Baikal y se detiene en Yekaterinburg, uno de los lugares conocidos por ser donde los zares lucharon una de sus batallas más sangrientas. Este tren cruza hasta siete husos horarios aunque dentro del tren siempre se utiliza el horario de Moscú.
Entre las varias paradas que realiza este tren las más importantes y que no te puedes perder son: Ekaterinburg, en la cordillera de los Urales, Novosibirsk (Asia), Irkutsk, cerca del lago Baikal que nombrábamos antes, Ulan Ude, la ciudad que conecta con el Transmongoliano*, Khabarovskca, casi con la frontera de China y Vladivostk, final del trayecto en el extremo oriental de Rusia.
*También existe la posibilidad de que cojas en tren Transmongoliano que comienza en Beijing y ofrece la posibilidad de conocer Mongolia.
Los imprescindibles de tu viaje
Sea cual sea el destino escogido, recuerda viajar con lo estrictamente necesario para disfrutar de una experiencia única e irrepetible sin cargar demasiado peso. Calzado cómodo, mudas de sobra, jabón (mejor en pastilla, que cunde más), camisetas finas y básicas que ocupen poco, chanclas, una navaja multiusos, pantalones cómodos y un kit con los imprescindibles en tus viajes: aspirinas, una crema pequeña para evitar molestias en la piel, tiritas, y tapones y antifaz para poder dormir en cualquier lado.
Y eso sí, lleva siempre la mejor de tus sonrisas. La sonrisa es un lenguaje universal, ideal para comerte el mundo y hacer amigos en cualquier punto de planeta. Con una actitud positiva hasta las adversidades serán recordadas como grandes aventuras. ¿Te animas a emprender el viaje de tus sueños?
A veces sentimos que la semana se nos hace cuesta arriba. Se nos acumulan tantas tareas pendientes que desearíamos que el día tuviese más de 24 horas. Llegadas a este punto es importante que nos detengamos, respiremos hondo y pensemos. ¿No será que nos exigimos demasiado y cuidamos muy poco de nosotras mismas? No olvides dedicarte tiempo para descansar, cuidarte, mimar tu piel, reír, disfrutar de tu tiempo libre, de ti misma y de quienes más te quieren porque, como proclama L’Oréal Paris: tú lo vales.
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