¿Haciendo planes para tus vacaciones? Seguro que ya te imaginas estrenando bikini en una bonita playa de aguas turquesas de algún destino exótico. Lo que tal vez no sepas es que para disfrutar de algo así no tienes que irte a las Maldivas ni a ninguna isla remota. En España tenemos playas de estas características, y hoy te hablamos de una de ellas que no debes dejar de visitar cuanto antes.
La Costa Dorada es conocida por la enorme variedad de calas que posee. Las hay de todos los tipos y tamaños. Pero hoy queremos centrarnos en una que tiene un encanto especial y que te sorprenderá. Se encuentra muy cerca de la localidad tarraconense de L´Ametlla de Mar y se caracteriza por contar con unas aguas cristalinas que nada tienen que envidiar a la de otras situadas en entornos tropicales. ¿Su nombre? Cala Vidre.
Cala Vidre, pequeña pero encantadora
Cala Vidre debe su nombre, como ya debes suponer, a la transparencia de sus aguas. Sin duda es algo que llama la atención, puesto que puedes avanzar bastantes metros (la playa no es profunda en su franja inicial) y ver con claridad tanto el fondo como la fauna marina que hay en ella. Y desde una mayor distancia se muestra en un precioso tono azulado que resulta cautivador. Se trata de una playa pequeña, con arena fina, y que es perfecta tanto para visitar en familia como para practicar buceo.
Se encuentra situada a unos 5 km al sur de l’Ametlla de Mar, y protegida por acantilados de roca de poca altura desde los que pequeños y mayores gustan de lanzarse al agua. Tiene además buenos accesos, pues cuenta con parking e incluso rampa para minusválidos. El único problema que puedes encontrarte al llegar es que la playa esté muy llena – lo cual no sería de extrañar teniendo en cuenta las fechas y su poca capacidad- pero si ese es el caso tienes otras dos calas situadas a ambos lados donde poder acomodarte.
LETTER
Para conectar con la Naturaleza
Aunque Cala Vidre dispone de duchas, no cuenta con todos los servicios que puedes encontrar en otras playas. Así, por ejemplo, no tiene chiringuitos ni ningún establecimiento donde poder comprar comida o bebida, con lo cual tendrás que llevarla o visitar las calas colindantes que sí disponen de esa opción. Los caminos que las conectan están repletos de pinos, lo que todavía te hará sentir más cerca de la Naturaleza. Un entorno de película que hará tu visita mucho más Instagrameable.
En definitiva, para visitar playas de aguas cristalinas color turquesa puedes ahorrarte los billetes de avión. En la Costa Dorada tienes una joyita que debes visitar sí o si, especialmente antes de que llegue la temporada más alta y la masificación. Nos agradecerás el consejo.