La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella llegan las decoraciones y las tradiciones que tan bonitos recuerdos te traen. Si eres una enamorada de esta época del año y del ambiente que se vive, vamos a sugerirte un destino que cumplirá tus mejores expectativas: Estrasburgo.
Esta ciudad, ubicada al norte de Francia, es un destino turístico ya de por sí interesante en cualquier época del año, pero su atractivo es mucho mayor cuando llegan estas fechas. No en vano se la conoce como la 'capital europea de la Navidad', porque sus habitantes ponen su máximo empeño en conseguir que luzca más bonita que nunca cuando llegan las fiestas.
Decoraciones callejeras, luces, fachadas vestidas con adornos y un árbol de Navidad de 30 metros de altura configuran un entorno ideal para pasar unos días inolvidables con el mejor ambiente navideño que puedas imaginar.
Un mercadillo con siglos de antiguedad
Uno de los principales reclamos turísticos de Estrasburgo son sus mercadillos. En el barrio antiguo de la ciudad llegan a contabilizarse hasta 12 de ellos en fechas navideñas, aunque el más conocido es el Chrìstkìndelsmärik , o mercadillo del niño Jesús, en dialecto de Alsacia. Este mercadillo tiene una antigüedad superior a cuatro siglos y es uno de los puntos de reunión de la mayoría de turistas, que acuden allí atraídos por el extraordinario ambiente navideño que se vive.
Este mercadillo permanece abierto hasta el 24 de Diciembre, y en él pueden encontrarse todo tipo de decoraciones además de multitud de puestos en los que degustar especialidades de la cocina alsaciana. En total son más de 300 las casetas en las que se ofrecen productos de todo tipo, desde alimentos para la cena de navidad hasta artesanías.
Una oda a la navidad
¿Qué hace este mercadillo tan especial? Además de su larga tradición (data de 1570) , la afluencia de público le otorga una atmósfera típica de las navidades. Algo que unido a la música, las decoraciones y los productos a la venta, muchos de ellos típicos de esas fiestas, genera una sensación parecida a la de estar dentro de un cuento de Navidad.
Si además eres foodie tendrás ocasión de probar un buen número de delicias , que van desde las galletas tradicionales de la zona hasta vino caliente, sidra o chocolate. También hay puestos de cerveza artesanal.
En definitiva, toda una oda a la Navidad que hace que sus visitantes experimenten el espíritu navideño en su máxima expresión.
LETTER
