En ocasiones la cosmética por sí misma no puede ser todo lo efectiva que nos gustaría, puesto que tan importante son los componentes de los productos, como la forma de aplicarlos. Por ello, la tecnología puede ser nuestra gran aliada en cuanto a tratamientos estéticos se refiere, algo que no siempre va ligado a pasar por quirófano o hacer grandes inversiones de dinero, sino simplemente a hacernos con herramientas o gadgets cosméticos de calidad.
En el caso de los tratamientos anticelulíticos, su aplicación es muy exigente y de no llevarse a cabo de forma correcta puede que tengamos la sensación de estar tirando el dinero a la basura. Por ello, para duplicar los resultados de, por ejemplo, las cremas reductoras es recomendable hacer uso de aparatos de ultrasonidos con capacidad de eliminar la grasa localizada en zonas resistentes incluso al ejercicio físico. Por eso, la combinación de ambos puede ser clave.
Un ejemplo de ello es el ultrasonido portátil Taurus, que permite dar ese empujón que nuestros productos anticelulíticos necesitan para actuar eficazmente. Además, su masajeador corporal tiene la capacidad de activar la microcirculación de la piel, mejorando así el metabolismo y consiguiendo penetrar en profundidad los principios activos del gel empleado.
De manera indolora y con una gran efectividad, los ultrasonidos dan un pequeño empujón sobre los beneficios y efectos de las cremas y geles reductores. Su funcionamiento se basa en la ruptura de las células grasas, los adipocitos, lo que produce la liberación de sus contenidos y, así, consigue actuar sobre las zonas más rebeldes. Cartucheras, barriga o, incluso, brazos son algunas de las localizaciones más frecuentes para la aplicación de esta herramienta.
El uso de estos dos productos de manera conjunta se convierte en un tratamiento ultra-reductor que actúa eficazmente sobre las zonas rebeldes, principalmente abdomen, glúteos, piernas y brazos, consiguiendo una piel más lisa, firme y con las imperfecciones de la celulitis visiblemente disminuidas. El uso de los ultrasonidos no solo conseguirá acabar con las zonas rebeldes de manera más eficaz, sino también en menos tiempo. De este modo, con tan solo 10 minutos por zona, conseguirás resultados óptimos.
El ultrasonido Taurus unido a la crema Slim Precision forman el tándem perfecto para acabar con las zonas más rebeldes, hasta conseguir una piel mucho más lisa y reafirmada, con las imperfecciones propias de la celulitis visiblemente más disminuidas. En cuanto a los efectos secundarios o inconvenientes del uso de este tipo de herramientas, podríamos afirmar que son nulos ya que los ultrasonidos no tienen riesgo de quemaduras ni suele provocar molestias sobre la piel.
Este tipo de técnicas estéticas no solo permite la eliminación de grasa y la consecuente reducción de centímetros, sino que favorece la sensación de ligereza en las piernas, donde más líquido tiende a acumularse. Para obtener resultados más inmediatos, puede combinarse los ultrasonidos con otras técnicas como la mesoterapia o cavitación.
Artículo elaborado en colaboración con Carmen Díaz, directora del centro Germaine Goya, centro exclusivo de Germaine de Capuccini en Madrid.
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