Centramos nuestra atención y esfuerzo en mantenernos en el tiempo, en alejar los años para que no pasen por nuestro rostro. Tratamos de parar el tiempo en un momento joven y fresco, pero ¿qué hay de nuestra sonrisa, acaso no envejece? Al igual que nuestro rostros nuestra sonrisa en la carta de presentación que ofrecemos al resto del mundo. Actualmente contamos con técnicas de antiaging dental, una forma sencilla de mantener esa sonrisa única que tenemos cada uno de nosotros. Estos tratamientos nos permiten alcanzar la perfecta armonía entre el aspecto joven de nuestro rostro y el de nuestra sonrisa.
El mundo de las técnicas de antiaging dental es extenso y cuenta con una gran variedad. Vamos a guiarnos en este caso por el experto Dr. Iván Malagón y su sobresaliente experiencia en Digital Smile, el cual nos indica que este tipo de tratamientos mejoran y rejuvenecen nuestra sonrisa no solo por estética, también por salud. Es un mundo que se revoluciona y crece constantemente y por ello debemos guiarnos por los verdaderos profesionales y por su sensibilidad por la belleza. Los tratamientos más especializados y demandados para este tipo de objetivos son:
- Ortodoncia invisible Invisalign.
- Carillas.
- Blanqueamiento.
- Ozonoterapia.
- Estética de las encías.
En función de las necesidades y deseos de cada paciente el equipo médico determinará cuál es el tratamiento más adecuado para cada paciente. Esto se debe a la gran variedad y tipos de tratamientos, ya que muchas veces existen formas mucho más rápidas de alcanzar nuestros objetivos y que nuestro doctor puede analizar y asesorarnos. Adaptando dicho tratamiento al paciente, ya que en este el antiaging dental es totalmente personalizado para cada caso.
En muchas ocasiones las causas por las que nuestros dientes no tienen una apariencia joven se debe a los siguientes aspectos:
· Dientes desgastados, irregulares, fracturados o con fisuras.
· Esmalte sin brillo, dientes oscurecidos, tinciones dentales intrínsecas y extrínsecas.
· Movilidad dental, exposición de la raíz, encías retraídas y ennegrecidas.
· Apiñamiento dental, espacios interdentales.
· Falta de piezas dentales.
· Molestias o chasquidos al abrir y cerrar la boca.
· Pérdida de elasticidad en los labios.
Contenido elaborado en colaboración con el odontólogo Iván Malagón
LETTER
Y además:
Blanqueamiento dental: resolvemos todas tus dudas
¿Sonrisa perfecta? ¡Consíguela con estos sencillos trucos!