Aunque las primeras semanas conviene dejar que el cuerpo descanse, pues ha estado sometido a grandes cambios durante meses, podemos introducir en nuestro neceser productos que nos ayuden a mimar nuestro cuerpo y recuperar su estado normal poco a poco.
Para el abdomen
Devolver al vientre su firmeza será el primer paso. Debido a los cambios que ha sufrido durante 9 meses, en que se ha estirado y para después contraerse repentinamente, la piel ha quedado flácida y sin tono. Para ello, optaremos por cremas reafirmantes y restructurantes, que activarán las fibras de colágeno y elastina de nuestra piel, elementos que “sostienen” nuestra piel.
También debemos seguir usando cremas antiestrías o aceites altamente nutritivos como el de rosa mosqueta o almendras. Siempre, asegurándonos que son aptos para el periodo de lactancia.
Para el pecho
Hay que tener muy presente que si damos el pecho al bebé no podemos aplicar ningún tratamiento cosmético en la zona. Sí podemos utilizar hidratantes específicos aptos para el periodo de lactancia, muy necesarios sobre todo en la zona del pezón, cuya piel suele secarse y agrietarse. Ante la duda sobre cual elegir, conviene consultar con el farmacéutico para que nos recomiende el mejor según nuestras necesidades.
Para las piernas
El aumento de peso y los cambios hormonales hacen que durante el embarazo las piernas se noten más cansadas y retengan líquidos. Durante el postparto, esta situación puede continuar unos días, pero no hay que alarmarse. Una crema tonificante para piernas cansadas es la mejor opción. Hay que buscar aquellas que contengan ingredientes refrescantes como el mentol, y aplicarlas haciendo un masaje en sentido ascendente que favorezca el retorno venoso. Si la guardas en la nevera, aún mejor.
Tampoco puedes prescindir de la crema antiestrías, siempre adaptada al periodo de lactancia.
Para el rostro
Otro de los efectos de los cambios hormonales es la aparición de granitos o acné postparto. Suele ser algo temporal, así que lo mejor es continuar con la rutina de limpieza facial de forma constante. Eso sí, prescinde de limpiadores con antibióticos pues pueden pasar a la sangre y ser perjudiciales para el bebé. Mejor, optar por cosméticos 100% naturales con ingredientes que regulen el sebo y limpien los poros, como los cítricos y el propóleo.
También se habla mucho de las manchas durante la época del embarazo. No es un mito sino que las hormonas influyen en la melanina y puede ocurrir que, aunque se haya utilizado fotoprotección solar, hayan aparecido manchas, conocidas como melasma. Normalmente desaparecen con el tiempo, pero si se mantienen, se pueden eliminar mediante peelings despigmentantes, que durante la lactancia materna no están recomendados. Mientras esperas, lo mejor será proteger del sol diariamente tu piel con cremas o maquillaje que incluyan SPF.
Uñas
Los cambios que sufre el cuerpo durante el embarazo, así como la falta de sueño o una dieta deficiente pueden hacer que tras el parto nuestras uñas estén quebradizas y con un mal aspecto. En primer lugar, debemos cuidar nuestra dieta y asegurarnos que no tengamos falta de hierro y calcio. Después, una serie de pequeños gestos acabarán de solucionarlo: mantenerlas cortas y bien limadas, hidratarlas cada día con crema específica y utilizar fortalecedores que no contengan tóxicos, para que no entren en contacto con el bebé. A la hora de quitar el esmalte, hay que asegurarse de emplear uno sin acetona ni alcanfor.
Contenido elaborado en colaboración con Mónica Lizondo, farmacéutica y cofundadora de Farmaconfianza.
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