"Cuando conoces a una persona, ¿en qué te fijas primero?". Ante esta pregunta tan habitual en las conversaciones en todas partes del mundo, es probable que más de uno responda que en sus manos, en sus orejas o en su pelo. Pero, sobre todo, en sus ojos. Azules, verdes, marrones, grises... Aunque son pocos los colores de ojos que existen y a los que estamos acostumbrados, son múltiples las intensidades de su pureza y sus combinaciones, factores que los convierten en uno de los principales atractivos de cualquier mortal.
También es cierto, que un color de ojos espectacular es insignificante si no va acompañado de una mirada potente. Luego hay excepciones como el de Elizabeth Taylor, que tenía la gran suerte de unir ambas virtudes en unos preciosos ojos violeta siempre arropados por un marcado delineador negro. Si este no es tu caso y lo que necesitas para llegar a la felicidad (o por simple capricho) es cambiar radicalmente de color porque no encuentras el maquillaje que más te pega o no te convence ninguno para potenciar tu mirada, hay varias soluciones.
Probablemente conozcas la primera de ellas: las lentillas de colores. Sí, hace años que se pusieron de moda y a esa tendencia se apuntaron algunos personajes famosos, siendo el más popular el polifacético Marilyn Manson. Entre las celebrities que han echado mano de ese complemento ocular en los últimos años se encuentran las hermanas Kardashian, que cambian el color de sus iris a placer según su agenda pública, esto es, desde ir a una gala hasta ir de shopping por París. Porque esa es la cualidad de las lentillas de colores, que permiten un cambio temporal y completamente reversible.
Sin embargo, si lo que buscas es tener de manera indefinida la misma mirada que Ana de Armas, Jennifer Aniston, Irina Shayk o la mismísima Sharbat Gula, que portagonizó una de las portadas más icónicas de National Geographic, lo mejor es que optes por la cirugía. ¡Ah! Y como querer es poder, el requisito inespensable para esta transformación es que tengas ¡7.200 euros!
¿Qué es la queratopigmentación?
La práctica quirírgica mediante la cual se puede cambiar el color del iris se denomina queratopigmentación. En términos médicos, este proceso consistiría en aplicar pigmento en la córnea a través de un microtúnel corcular sin alterar la estructura interna del ojo. Básicamente consiste en pigmentar o tatuar con un láser esa zona ocular de forma permanente mediante pigmentos minerales microgranulados.
El nombre que resuena con fuerza en este campo es el del doctor Francis Ferrari, graduado en la facultad de Medicina de Estrasburgo y especializado en cirugía ocular, que lleva desde 2013 llevando a cabo este tipo de intervenciones con resultados muy positivos.
Hasta el momento no se han conocido efectos adversos ni complicaciones durante las operaciones. De hecho, la intervención apenas llega a una hora de duración y la recuperación es rápida, puesto que al día siguiente el paciente puede ver en condiciones óptimas. Además, conviene remarcar que la operación se lleva a cabo con anestesia local mediante la aplicaciónde gotas de colirio anestésico en el globo ocular, esto es, sin inyección para adormecer la zona.
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